Fusión y querencia por el rock de autor inauguran el XVIII Jazz San Javier

Autor:
Chris Minh Doky & The Nomads

Chris Minh Doky & The Nomads

 

“El autor de ‘Have a little faith in me’ –canción reservada para el único bis de su repertorio– ofreció un concierto tan gozoso como en su anterior ocasión, aunque precisamente por eso mismo exento de sorpresa”

 

Miguel Tébar A. asistió a la jornada inaugural de la decimoctava edición del asentado festival murciano del jazz y el blues, que contó con las actuaciones de John Hiatt y Chris Minh Doky & The Nomads.

 

 

Texto y fotos: MIGUEL TÉBAR A.

 

 

Festival Internacional de Jazz de San Javier
John Hiatt & The Combo y Chris Minh Doky & The Nomads
3 de julio de 2015
Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)

 

 

La primera de las trece jornadas que durante todo el mes de julio dedicará San Javier (una de las destacables localidades costeras de la Región de Murcia) a la música vertebrada en el jazz y el blues, confió suficientemente para abrir su programación en el bajista danés Chris Minh Doky (CMD) –el hermano del también músico Niels Lan Doky–, quien actualmente lidera un cuarteto de virtuosos formado por la superestrella Dave Weckl a la batería, el habilidoso Dean Brown a la guitarra y el algo menos destacable George Whitty a los teclados.

CMD & the Nomads ofrecieron desde el inicio un concierto de fusión muy alejado del concepto “sonoridad a jazz nórdico” y bastante cercano al de banda instrumental de rock, con sus baladas comerciales, su contundencia eléctrica, sus solos de “Ahí queda mi momento” y un uso continuado de los efectos sobre los instrumentos.

Cabría describir, para quien no haya asistido nunca al auditorio municipal del parque Almansa, que el Festival Internacional de Jazz de San Javier comparte el agradable hemiciclo al aire libre con otro relevante festival destinado al teatro, la danza y la música para toda la familia, y que su aforo de dos mil trescientas localidades suele guardar un riguroso orden y que satisfactoriamente suele gozar de una buena taquilla. Pero que incomprensiblemente la organización destina las primeras filas de butacas numeradas a que los abonados gocen de una menor distancia hasta los artistas, impidiendo con ello que el propio foso pueda ser utilizado para que la gente se ubique a los pies del escenario y baile cuando el cuerpo o el propio músico lo demande.

Impedimento que no se cumplió desde el mismo momento de cambio de backline. Ese protocolo necesario en cualquier cartel compartido y que preparó la segunda visita de los estadounidenses John Hiatt & The Combo. El Jazz San Javier también se caracteriza por reincidir sobre determinados nombres y afortunadamente el prestigioso y poco reconocido songwritter de Indianapolis es uno de ellos.

John Hiatt & The Combo

John Hiatt & The Combo

 

El autor de ‘Have a little faith in me’ –canción reservada para el único bis de su repertorio– ofreció un concierto tan gozoso como en su anterior ocasión, aunque precisamente por eso mismo exento de sorpresa. El Combo sigue estando formado por los mismos buenos músicos, con los que también cuenta para facturar trabajos tan recomendables como su vigésimo segundo disco de estudio, “Terms of my surrender”, del que sólo presentó el blues ‘Face of God’ y ‘Long time comin’’, el tema que precisamente lo abre y en el que se evidencia el destacable papel vocal del joven de Connecticut Brandon Young. Atractivo secundario quien además ejerce de pipa responsable, entre tema y tema, de las brillantes guitarras del productor de Nashville Doug Lancio.

Sobre las tablas del festival, se concluyó con nada de jazz y sí de mucho buen hacer gracias a las manos de un orfebre de la canción como es John Hiatt, la contundencia de una banda de rock bien engranada, el sabor del suroeste de los EE.UU., una camisa de cuadros y sombreros de paja bien portados, espiritualidad suficiente y preciosas baladas como ‘Feels like rain’ del disco “Slow turning” (1988), que junto a su predecesor “Bring the family” (1987) centrarían el setlist.

Asistimos a una correcta inauguración representando bien la línea programática de un festival que alcanza ya las dieciocho ediciones, con casi más querencia por el AOR, e incluso aromas a flamenco-pop, que por la contemporaneidad del género jazz o la esencia del mismo.

 

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