Fotopress: Àlex Oró

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«Nacho Vegas ha sido el artista español que más me ha gustado de los últimos años. Sus canciones me revuelven las entrañas. Son realmente inquietantes. En casa hemos discutido más de un vez por su culpa»

Comenzó escribiendo, a finales de los 80, en el diario «Segre» y desde 1993 ejerce periodista todoterreno en TV3. Como periodista musical, su gran pasión, ha hecho radio y ha escrito en «Ruta 66», además es uno de los más veteranos colaboradores de EFE EME, experto en sonidos de los 60, con predilección por el garaje y los grupos mod. También ha ejercido de DJ. Entre otros libros, como «Quan Lleida era Ye-yé» (realizado junto a Javier de Castro y Josep Maria Ruiz), Àlex Oró ha escrito los fundamentales «La legión extranjera. Foráneos en la España musical de los sesenta» y «Los Sírex. 50 años de historia que ni la escoba ha podido barrer» (coescrito junto a Javier de Castro).


Fecha y lugar de nacimiento.
Lleida, 27 de marzo de 1965

¿Qué música sonaba en tu casa cuando eras niño?
Recuerdo haber bailado y movido el flequillo oyendo ‘Black is black’, de Los Bravos, y el EP de ‘Yellow submarine’, de los Beatles, en casa de mi tía, que tenía un pick-up que funcionaba a pilas. Todavía conservo estos dos discos y… ¡el tocata! En casa de mis padres sonaba mucha música clásica y ópera (Mozart, Beethoven, Wagner…), el doble rojo de los Beatles y easy listening de gente como Fausto Pappeti.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Disco no, casete. De nuevo los Beatles: Mi abuelo me regaló el “Hard day’s night” cuando tenía diez años. Luego cayeron “Beatles for sale” y “Sgt. Peppers”, que en esa época no me gustaba mucho. Cuando tenía 14 años compré “24 carat purple”, mi primer vinilo. Me costó 400 pesetas y flipé con ‘Smoke on the water’. Luego siguieron muchos más.

¿Y el último?
Vivo en Lleida, una ciudad de unos 120.000 habitantes en la que no quedan tiendas de discos. Para los que nos gustan los formatos físicos es un problema. Tenemos que comprar por internet (hay que pagar gastos de envío) o aprovechar los viajes a ciudades grandes, por lo que mi ritmo de compras ha disminuido en los últimos años muy a pesar mío. No obstante, sigo comprando. Las últimas incorporaciones han sido “Write about love”, de Belle & Sebastian, el último de los Fuzztones y el single ‘Veo visiones’, de Los Gritos y perteneciente a la banda sonora de la infumable “Abuelo made in Spain”, de Paco Martínez Soria.

Selecciona tres discos internacionales esenciales de tu colección.
Es dificil, pero si hay que escoger me quedo con cinco, lo siento: “Revolver”, de los Beatles, “Something Else”, de The Kinks , “Blood and chocolate”, de Elvis Costello, “Forever changes”, de Love, y “Stanley road”, de Paul Weller.

Selecciona tres discos nacionales esenciales de esa misma colección.
También me cuesta quedarme sólo con tres. Mis favoritos son “Piknik calidoscopico”, de Los Negativos, “Contrabando”, de Los Brincos, “Señora Azul”, de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzman, “Un soplo en el corazón”, de Family, y uno más: “Viviendo en la era pop”, de Los Flechazos, por ser la banda sonora de mi juventud.

Un disco doble al que no le sobra nada.
«London calling», de The Clash. Al “blanco” de The Beatles le sobra ‘Revolution 9’.

Un grupo o cantante a quien rescatarías del olvido.
Hay un puñado de grupos españoles de los noventa que creo que merecían mejor suerte: Los Potros, Flashback V o los Something.

¿Cuál fue el primer concierto al que asististe?
Creo que el primer concierto al que asistí definió mis futuros gustos musicales futuros. Fue en el 80 y actuaban la Companyia Elèctrica Dharma y Los Sírex. No me gustó la Dharma, je, je.

¿Y el mejor concierto que has visto?
La primera edición del Doctor Music Festival en el pirineo de Lleida me permitió ver de una tacada a Lou Reed, Bowie, Suede, Blur, Patti Smith (que apareció en el backstage con un camiseta llena de vómitos porque se había mareado durante el viaje. Muy punk o muy hippie, no sé)… El presente y el pasado juntos. Fueron tres días muy intensos.

Elige y razona tu elección:

Serrat/Aute.
No me entusiasman ninguno de los dos. Pero me quedó con el Serrat de los sesenta y los setenta, aunque sea sólo por ‘Per Sant Joan’.

Sabina/Calamaro.
Calamaro, por su actitud más rockera. No me gusta Sabina, sus canciones ni el personaje que interpreta.

Nacha Pop/Los Planetas.
Nacha Pop, por el poderío guitarrero de sus tres primeros discos. Por las canciones de Antonio Vega. Me gustan las letras de Los Planetas pero cuando canta J, no le entiendo ni las vocales.

Nacho Vegas/Quique González.
Nacho Vegas. Ha sido el artista español que más me ha gustado de los últimos años. Sus canciones me revuelven las entrañas. Son realmente inquietantes. En casa hemos discutido más de un vez por su culpa. A mi mujer no le gusta nada, nada. No obstante, Quique es un fenómeno.

La Mala/La Bien Querida.
Paso palabra.

Jacques Brel/Serge Gainsbourg.
Gainsbourg es más pop, más atrevido musicalmente. Me siento más cercano a él. Lo siento por Brel.

Frank Sinatra/Elvis Presley.
No sé si es cierta la frase que atribuyen a Sinatra en la que decía algo así como menos mal que Elvis sólo se dedicó al rock. Me gusta el Elvis de “Elvis in Memphis”, el Elvis gordo de Las Vegas, pero me carga el de la época de las películas. Al mismo tiempo, adoro al Sinatra de la etapa Capitol. Ninguno de los dos está entre mis favoritos.

Marvin Gaye/Bruce Springsteen.
A los quince años me enamoré musicalmente de Springsteen. “The river” me enloqueció (otro doble al que no le sobra nada) pero después de “Tunel of love” me desencató… A Gaye lo descubrí más tarde pero, hoy por hoy, lo prefiero. Serán cosas de la edad.

Tom Waits/Lou Reed.
Son dos grandes artistas. Waits me atrapa por los arrestos con los que canta, por su capacidad para transmitir… Reed es callejero, salvaje… “Transformer” es uno de mis discos favoritos pero hay momentos en los que se me hace plomizo.

Michael Jackson/Prince.
Prince antes de que se le fuera la pinza, y me quedo también con el Michel de los Jackson V y hasta “Thriller”.

The Rolling Stones/The Velvet Underground.
Son dificiles de comparar por la longevidad discográfica de los Stones, que juega en su contra, y por la corta carrera de la Velvet. Cuando iniciaron su carrera, los Stones no eran más que una banda de versiones de R&B que aprendieron el oficio de manos de los Beatles. Después la cosa mejoró y se convirtieron en los “amos del negocio”… e hicieron un puñado de discos mayúsculos. Hace años que han dejado de interesarme. La Velvet fueron más transgresores y rompedores. Hacían algo diferente. Ese fue su gran mérito.

Bob Dylan/John Lennon.
Ya lo han dicho otros compañeros en esta sección. Si tenemos en cuenta su etapa Beatle, Lennon. El cancionero de Dylan es el más apabullante de la historia de la música popular pero siempre me ha gustado más el pop que la música de autor.

Neil Young/Elvis Costello.
Costello. Sin dudar. Cuando empecé a comprar discos, Young me parecía un hippie algo lerdo, alguien con quien no tenía nada en común. Costello me ha acompañado siempre. Me gusta su ironía, sus gafas, su capacidad de reinventarse con éxito. Con el paso de los años me he reconciliado con Young y le he escuchado sin perjucios. Me gusta, pero menos que Costello.

Youssou N’Dour/Fela Kuti.
Fela, lo encuentro más divertido, aunque no soy un gran fan de la música africana.

¿Por qué decidiste dedicarte a la crítica musical?
Es complicado. Cuando era adolescente, siempre me atrajo investigar sobre los grupos y cantantes que me gustaban. Organizaba audiciones en el instituto, después me hice DJ y acabé trabajando en un periódico pese a que estudié Geografía e Historia. Supongo que era un paso lógico. No obstante, sin la eclosión de las nuevas tecnologías, que me permiten trabajar sin moverme de Lleida, seguramente no hubiera ejercido nunca de crítico en medios “grandes”.

¿Quién fue tu maestro periodístico?

Es un tópico, pero Diego A. Manrique me gustaba ya en la época de «Vibraciones». Por las noches oía a Jesús Ordovás en Radio 3… Pero tengo un cariño especial por Marc Vicens, que fue el primer periodista musical de mi ciudad.

Un equipo de fútbol.
No me gusta el fútbol. Soló me gusta que ganen el Barça y la UE. Lleida.

Un político.
Nelson Mandela.

Una ciudad para vivir.
Por motivos familiares y profesionales, siempre he vivido en Lleida, pero me gusta mucho Barcelona y no le haría ascos a Londres.

El disco que detestas y que despierta alabanzas entre tus compañeros.
Cualquiera de U2. No soporto a Bono por megalómano, buenista y plasta. Los de Massive Attack me parecen horribles.

¿Vinilo, CD o mp3?
Vinilo, siempre. Tuve una etapa talibán en la que no compraba CDs. Me he reeconciliado con este formato, aunque tal vez ya sea tarde… El mp3 es un truño sonoro realmente práctico. Tengo un reproductor que utilizo cuando salgo a correr, en el coche… Yo me pregunto qué pasará con la gente que ha pagado por tener estos ficheros cuando, dentro de un tiempo, el mp3 sea sustituido por otros formatos digitales. No tendrán nada, sólo archivos intangibles.

La película que nunca te cansas de volver a ver.
“La gran evasión”.

El libro que nunca te cansas de releer.
No soy de reeler, más por falta de tiempo que por otra cosa. El único libro que he reeleido algunas veces es “La conjura de los necios”, de John Kennedy Toole.

Una serie de televisión.
De las últimas que han emitido: “Pacific”. Me gustaba mucho “Doctor en Alaska”.

Si estuviera en tus manos elegir la música que suena en los supermercados, ¿qué discos seleccionarías?
Siempre que no sonara la tuna, ni la Pantoja, ni Camela, ni sardanas, ni jotas, ni mariachis… cualquier cosa me parecería bien.


Anterior entrega de Fotopress: Vicente Fabuel.

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