Extravagante: Pérez Prado

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Extravagante: Pérez PradoPérez Prado
Concierto para bongó
UA LATINO, 1967


Texto: VICENTE FABUEL.


Si mal no recuerdo, el cubano D. Dámaso Pérez Prado, Pérez Prado para el arte, debe de haber sido el único artista que ha repetido disco en esta excéntrica sección que ustedes han podido visitar desde hace casi una década (¿?). Probablemente una debilidad personal, probablemente, pero al tiempo la certeza de encontrarme ante uno de esos gigantes que cambiaron el rumbo de la música sin apenas proponérselo. Importándole mucho más que esa noble inquietud, en su orden de prioridades seguro que no dejó ni un solo día de recortarse perfectamente el bigote. Y ahí estaba el auténtico Rey del Mambo subido en el cerezo rosa dándole al bongó cuando –incluso a él– le llegaron los efluvios ácidos que emanaban del año 1967, adornando sus tareas de hálitos hip traídos por la inexplicable jerarquía de los grandes tiempos salvajes. Música impensable años atrás para el autor del “Mambo nº 8”, discos invisibles para cualquier aficionado en aquellos tiempos de general abundancia creativa,  grabaciones oscuras que ahora  se rescatan para solaz y deleite de cualquiera que incluya la sorpresa en su dieta musical.

Entremos en materia: Concierto para bongó fue su segundo disco para el sello UA, situado cronológicamente justamente después del Music to read James Bond by (1967), un repaso ad hoc de las célebres partituras que John Barry había compuesto para las tres primeras entregas del celebérrimo agente –creánme, un verdadero ajuste de cuentas– y que ya insinuaba sus intenciones de una puesta al día “latin cool” en toda regla. Mucho más de lo previsto, “Concierto para bongó”, el corte que titulaba el álbum ocupaba toda una cara del disco, algo más de 17 minutos entregados a la pasión bongó con esa capacidad extrema suya de ensartar todos los ruidos urbanos en su propio discurso percusivo (Gabriel García Márquez, dijo). Una pieza plena de exotismo “trippy”,  panorámica, descriptiva y de cierta naturaleza fílmica que, curiosamente, décadas más tarde llegaría al cine de la mano de Almodóvar en la banda sonora de su film Kika en 1993.

Si damos la vuelta al disco nos encontramos con alguno de los cortes ahora reeditados (1): pedazo de portentos esos “Mamma a go-go” y “A go-go”, singulares trallazos de bongo-jerk capaces de alterar hoy mismo el estatus imperante en cualquier pista de baile, aunque a un servidor aún le pone más ese pasmoso pasodoble “on acid” que atiende por “Virgen de las Macarenas”. ¿He dicho pasmoso? Pues eso. Y en todos los cortes con ese irresistible órgano Hammond que el músico había introducido de forma pionera en el mundo de la cosa latina. Por último, que esta evidencia de encontramos ante el obligado intento de puesta al día de una veterana figura buscando perpetuar su trayectoria no nos confunda, estos provechosos años de Pérez Prado no tienen nada que ver con el patetismo que tristemente ha acompañado muchas de esas experiencias contaminantes. Simple cuestión de genio. Y si después de este disco quieren continuar buscando su grito de guerra “Ugh!” en clave groove, pueden rastrear sin mayor riesgo en estas otras calientes grabaciones:

(1) LP Dot the go !!! (08) Vinilo La Classe Internationale.
(2) LP Con ritmo a go-go (1965) CD Orfeón.
(3) LP Éstas sí viven (1968)
(4) LP Pérez Prado 70 (1970) CD Orfeón
(5) LP Ciliegi rosi (1974).

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