Entrevista: Pereza. Los chicos están bien

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Entrevista: PerezaLos chicos están bien

Quieren ser un grupo de rock por sus discos y canciones y no por las grandes ventas o por esas jóvenes seguidoras que se derriten ante su pose de chicos malos de barrio. Y lo consiguen: Aproximaciones, su nuevo disco, representa otro salto cualitativo. Esto es rock en español de la escuela Stone (y por tanto heredera de Tequila o Burning). Los chicos están bien.

 

Texto: ÁNGEL CARMONA.

 

Ya no es solo Rock and roll. El mundo está empeñado en que Aproximaciones tiene que ser el disco de Pereza, y será, pero el disco de canciones, independientemente de las veces que los veremos en las listas o de las personas que vayan a sus conciertos. Eso se da por hecho. Rubén y Leiva se enfundan el traje. Además de lo que hay ahora, la esperanza está puesta en lo que vendrá. El segundo de ellos, repartiéndose encuentros periodísticos, es el que habla con EFE EME.

 

¿Cuándo fue la última vez que escuchaste Aproximaciones?
Lo escuché la semana pasada. Llegué por la noche. Una noche fallida que sales a tomar algo. A la una y media estaba en casa. Me puse el disco y me emocioné.

¿Es compatible cantidad y calidad?
La calidad puede ir de la mano con ser una canción de masas. “Sin documentos”, de Los Rodríguez, es el ejemplo. Se pueden hacer canciones muy profundas en las que cuentes cosas internas y conecten. No sé si lo hemos conseguido. Lo que conseguimos es que las canciones nos conmuevan. Tampoco me deja sin dormir. Lo que me deja sin dormir es que le llegue a  la gente.

¿Cómo haces baremo de eso?
Con tres colegas. El que era bajista de Malahierba, mi anterior banda. Mi compañero Jesús y mi hermano. Si el disco es una mierda me lo van a decir… y  es la primera vez que se ponen de acuerdo.

¿No hay presión?
Tuve más presión para componer el disco Animales porque tenía que convencer a gente de la compañía. Ahora no tenía que convencer a nadie. Igual ha sido un planteamiento de mucha actitud: hacer lo que me salga de los cojones. Asumo lo que pase con el disco. Hemos hecho un  disco que no se parece a Franz Ferdinand. Independientemente que estén pegando los que estén pegando, yo quiero hacer canciones. Hay canciones que te suenan a Interpol. Es porque lo he escuchado. Pasas por una séptima o por un menor por el que pasan ellos. Nos interesan más las canciones que las tendencias de ahora. Ya hay mil grupos que hacen eso.

Hay otro tipo de letras…
El rock and roll siempre ha sido “vente conmigo en mi coche y vamos a hacer el amor hasta el amanecer”. Seguimos hablando de eso, pero llega un momento en el que tenemos necesidad de mostrar otros sentimientos que no son sexo, droga y rock. Te conmueven otras cosas. Intención de crecer. Un disco que pesa, que te lo escuchas y es de verdad. Fuera de modas y de rollos. El rock es así, el rock es incordiar. Es menos urgente. Es más profundo. De textos y de música. Le hemos dado una vuelta a las letras.

El disco pasa de las quince canciones, ¿es mucho para la época Ipod?
Nuestra misión es ofrecer calidad. Un disco no es como comer pipas. Me siento con la misión de tratar de “educar”. Si tengo en mis manos la opción de agarrar a una persona que no está acostumbrada de escuchar un disco y darle tiempo, lo voy a hacer. En este disco hay que trabajar.

¿Crees que una canción acaba saturando al público de tanto sonar?
El miedo del artista que está expuesto en radios es ese. La gente se queda con tu single. Eso acojona, pero es que hay mucha chicha en nuestro disco.

¿Qué escuchas ahora?
Estoy escuchando a Wilson Pickett… Llevo quince días, hasta en la sopa…

¿Cómo decidís qué canciones entran y cuáles no?
Es un proceso complicado el de un grupo de dos, y encima componiendo separados. Pero en este disco no nos hemos sentado juntos, necesitamos una figura de fuera, que no es la compañía. Suele ser Nigel [Walker, coproductor del disco] y entre nosotros tratamos de coger las mejores para el disco. Entre Rubén y yo llegamos a un acuerdo, pero llega un momento en el que es tu canción y la mía. Necesitamos que alguien llegue y corrobore.

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