El Club de las BSO: Star Wars VII, el retorno de una galaxia muy, muy lejana

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“La banda sonora de ‘La guerra de las galaxias: El despertar de la fuerza’ puede decepcionar a los que vayan con el chip de ‘música legendaria’ activado en su cabeza, pero que tiene en su interior mucho más de lo que parece en una primera impresión”

 

Apurando el año llega el estreno más esperado de este 2015, la última entrega de la saga creada por George Lucas que dirige esta vez J.J. Abrams y de cuya música se ha encargado una vez más el maestro John Williams. Fernando Fernández valora su banda sonora.

 

 

Una sección de FERNANDO FERNÁNDEZ.

 

 

Llegó el huracán que va a arrasar en las salas este fin de año. Una nueva película de la saga de “La Guerra de las Galaxias” trae muchos recuerdos y buenos momentos a los que crecimos con la saga. Es parte de nuestras aventuras de juventud, y para los que aficionados a la música de cine (y para los que no), una de las razones por las que nos sentimos atraídos por este arte tan especial. Algunos valientes se atreven a enfrentarse a este vendaval en la taquilla y plantarle cara, pero son películas que buscan otro público y de contenido más dramático y maduro.

 

 

“La guerra de las galaxias: El despertar de la fuerza”, música de John Williams

Llegó el estreno más esperado del año: la nueva entrega de “La guerra de las galaxias”. J.J. Abrams podrá tener sus cosas, pero desde luego es otro de los directores actuales que sabe jugar perfectamente con los tiempos y la expectación de sus proyectos. “El despertar de la Fuerza” nos lleva treinta años después de los hechos acaecidos en la trilogía original que aparentemente acabaron con el Imperio y la segunda Estrella de la Muerte. El problema es que la batalla aun continúa y el lado oscuro se encuentra muy lejos de estar desaparecido, y con nuevas fuerzas tomando el relevo del desaparecido Darth Vader. No contaremos más del argumento, ved la película y disfrutad.

¿Y que sería de “La guerra de las galaxias” sin el hombre que creó su voz? Esa fue una de las primeras premisas que Abrams dejó claras desde el principio, anunciando la presencia de John Williams como responsable de la banda sonora para la primera nueva película de esta saga. Si tuviera que describir la banda sonora brevemente, diría que Williams a retomado su aire más clásico de la saga, con una partitura que es mucho más cercana a la trilogía original que a la moderna. Cargada de clase y sutileza, al mismo tiempo deja una sensación palpable de ser una primera parte de algo más. Algo que puede defraudar a mas de uno es que no nos vamos a encontrar un “tema”, como esa especie de “hit-singles” que fueron ‘Duel of the fates’ o ‘Across the stars’ en la trilogía moderna. La música aquí está mucho más elaborada y muy al servicio de la historia, no para llamar la atención sobre si misma. En ese sentido recuerda mucho a la partitura de la primera película de la saga, con sus momentos de acción (‘The falcon’, ‘The rathrars!’) , sus momentos más intimistas (‘The scavenger’, ‘Finn’s confession’), los emocionantes (‘The starkiller’, ‘Farewell and the trip’) y sus recuerdos a los temas míticos, como ese ‘Han y Leia’ que vuelve a incorporar el tema de amor principal de la saga al reencuentro de estos personajes, o en toda la parte final cuando hacer aparecer el tema de la fuerza (‘The ways of the force’) o el de la aventura (‘Scherzo for x-wings’).

Y por supuesto, hay nuevos temas. El más destacado es el de ese barrendero llamado Rey, sin ser tan memorable como ‘Duel’ o algún otro, muestra un punto de nobleza y sencillez, y augura algo más para el personaje en la película con su aparición destacada en los momentos finales de ‘The Jedi steps and finale’. Una banda sonora que puede decepcionar a los que vayan con el chip de “música legendaria” activado en su cabeza, pero que tiene en su interior mucho más de lo que parece en una primera impresión. Toda una demostración de que Williams, a sus 83 años, mantiene su clase y calidad distintivas, y de que estamos de nuevo ante un primer capitulo de algo más. Esperemos que nos de tiempo para disfrutar de su trabajo y calidad en las próximas entregas.

 

 

“Hiena: El infierno del crimen”, música de The The

Gerard Johnson es uno de los directores jovenes que están marcando el estilo del thriller británico moderno y violento, siguiendo la linea de otros nombres míticos de la cinematografía británica. Aquí presenta a uno de esos policías que se manejan en los ambientes nocturnos más sucios y depravados de Londres utilizando muchas de sus mismas armas, algo que estalla con la llegada de las mafias albanesas y turcas, que van a convertir los bajos fondos en un autentico infierno.

En lo referente a la música, habrá lectores a los que les suenen los responsables: The The, los mismos que irrumpieron en el ambiento de la new wave y el rock alternativo británico en 1979. Esta banda, entre cuyos miembros estuvieron Neneh Cherry, Sinead O’Connor y Johnny Marr, desapareció del panorama musical hace más de una década pero sigue componiendo música de cine. La razón principal es que su líder, Matt Johnson, es el hermano del director. El tono de la banda sonora es fuertemente atmosférico, buena parte del álbum consiste en tonos, drones y puro ambiente. Un acompañamiento seco y complejo a ese paseo por los bajos fondos londinenses, con la guitarra y la electrónica como principales instrumentos. Pero en algunos momentos la música sirve como un elemento más, fuera del mundo normal en el que se mueven mafiosos y policía. Suenan ritmos a modo de latido, acompañados por tonos largos en la guitarra que parecen sacados de algún album de rock progresivo de los años 70. Es en estas piezas donde se nota más el intento de The The para crear un mundo sonoro que sirva de base al visual creado por el director, generando melancolía y desesperación con temas como ‘Take me away from all this’ o ‘Tiny blue sirens’ y sus evocadores sonidos. Sus dos temas principales, ‘The invisible city’ y ‘Everybody wants to go to heaven (but nobody wants to die)’, son lo más cercano a una canción que The The han compuesto en los últimos años. Una banda sonora con espíritu de rock británico para acompañarnos en un viaje al mundo de la mafia nocturna londinense.

 

 

“Sufragista”, música de Alexandre Desplat

El otro estreno valiente de la semana también llega de tierras británicas, pero es lo opuesto al anterior. Uno de esos títulos históricos y de prestigio que tan bien saben fabricar en el Reino Unido y que, como mínimo, ofrecen una impecable factura técnica y unas maravillosas interpretaciones de su reparto principal. Esto último está asegurado con la presencia de Carey Mulligan, Helena Bonham-Carter, Meryl Streep y Brendan Gleeson. De la parte técnica se encarga la casi recién llegada Sarah Gavron que es la que nos mete de lleno en este drama que cuenta la verdadera historia de las mujeres que lucharon por el voto femenino, buscando ganar su dignidad personal y social poniendo en peligro sus propias vidas ante el creciente tono violento de las autoridades. Un drama social y personal al que pone emoción musical el omnipresente Alexandre Desplat, todo un veterano en cuanto a dibujar su lienzo musical en estas películas de prestigio, y con calidad contrastada en títulos como “La Reina” o “El discurso del Rey”.

Desplat factura una de sus bandas sonoras más comedidas y dramáticas de los últimos años desde los compases iniciales de ‘Sufragette’, con ese rítmico latido de la percusión que simboliza el espíritu de esas mujeres y su protagonista, que genera una sensación de avance constante y sin freno. Sin embargo, el tono es realmente oscuro y dramático, con muy pocos instantes de luz y muchos de tristeza. No es una de las partituras habituales de Desplat en donde nos asalta con su delicadeza y clase. La hay, pero es evidente que el compositor ha decidido centrarse mucho más la dureza de la situación y el momento sufrido por estas mujeres. Hay momentos en que una pequeña luz en la oscuridad parece brillar, especialmente cuando el piano hace su aparición en piezas como ‘Hope’ o toda la parte final, en que esa luz lucha constantemente por ganar presencia frente a la melancolía y el drama, pero es precisamente esa contención la que hace más efectiva la música como fondo de la historia. No es una partitura que persiga presentar grandes momentos de triunfo a la audiencia, se encuentra al servicio de su drama. Puede que no llame la atención a muchos aficionados, pero se encuentra cargada de la clase y el estilo que han hecho a Desplat uno de los grandes en la actualidad.

Con estos estrenos terminamos, pero la próxima semana volveremos con un especial sobre las mejores bandas sonoras del 2015. ¡Feliz Navidad!

 

 

Anterior entrega de El Club de las BSO: “La próxima vez apuntaré al corazón”, una partitura de calidad.

 

 

 

 

 

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