Discos: “Nos vimos en el psiquiátrico”, de Jorge Ilegal y Los Magníficos

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“Una celebración en directo por todo el camino vital y sonoro del propio Jorge desde que iniciara su trayectoria a finales de los setenta, al calor de grandes compañeros como Jaime Urrutia, Julián Hernández (Siniestro Total), Josele Santiago (Enemigos), Carlos Segarra (Rebeldes) o Johnny Cifuentes (Burning)”

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Jorge Ilegal y Los Magníficos
«Nos vimos en el psiquiátrico»
LA CASA DEL MISTERIO/ POP UP MÚSICA

 

 

Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.

 

 

La música no es un producto, la comida no es un producto, la vida no es un anuncio. Por eso «Nos vemos en el psiquiátrico» es un doble compacto único, de coleccionista, y las veintiséis canciones que lo componen una obra maestra. El tercer trabajo de Jorge Ilegal y Los Magníficos resulta una celebración en directo por todo el camino vital y sonoro del propio Jorge desde que iniciara su trayectoria a finales de los setenta, al calor de grandes compañeros como Jaime Urrutia, Julián Hernández (Siniestro Total), Josele Santiago (Enemigos), Carlos Segarra (Rebeldes) o Johnny Cifuentes (Burning). Además, Jorge ha sabido pescar en posteriores olas nombres tan interesantes como Sr. Chinarro y Triángulo de Amor Bizarro. Otros nombres, más desconocidos pero interesantes como Vanexxa, también brillan con Jorge Ilegal y Los Magníficos, donde hace coros hasta el apuntador, en este caso su manager David Morei. Desafortunadamente, han quedado fuera las intervenciones de Sabino Méndez, entre otros, por cuestiones técnicas. Grabar un directo en un día de tormenta tiene estas cosas.

Desde el miércoles 10 está disponible en formato digital «Nos vimos en el psiquiátrico», y esta será la única forma de disfrutarlo. Antes, entre marzo y abril, sólo aquellos seguidores «ilegalomaníacos» que pidieron con antelación su copia física, la recibieron. Éxito de la suscripción frente al moderno crowdfunding.

«Nos vimos en el psiquiátrico» fue grabado el 18 de mayo de 2013 en el Lab Café de la Universidad Laboral de Gijón, ante un millar de seguidores. Por supuesto, no hay retoques ni trucos de estudio que puedan modificar la magia de la velada.

Hay una genial simetría en el orden de las canciones. Todo arranca con ‘Ángel exterminador’, crónica desoladora sobre el engaño de cualquier guerra, a pesar de su crudeza sintetiza perfectamente la capacidad lírica y todo el punk que lleva dentro Jorge Ilegal, sostenido por la belleza del saxo de Juan Flores. Le sigue ‘Al borde’, que junto al citado ‘Ángel exterminador’ supuso en 1988 ampliar el horizonte de Ilegales con «Chicos pálidos para la máquina». Enseguida llegan las colaboraciones, Sr. Chinarro interpreta ‘Babieca’ y ‘Todo acerca del cariño’ con Los Magníficos. Admirables. Jorge Ilegal cede todo el protagonismo a sus invitados, y ellos le corresponden con dúos para quitarse el sombrero, como Sr. Chinarro con ‘La casa del misterio’. O con interpretaciones del repertorio ‘ilegal’ como Josele Santiago con ‘Regreso al sexo quimicamente puro’, quien también aporta joyas de su repertorio en solitario como ‘Baile de los peces’ y ‘El lobo’. Otro sobresaliente.

Los Magníficos están formados en esta ocasión por Jorge Méndez (guitarra, teclado y coros), Jaime Belaustegui (batería y coros), David Vázquez (contrabajo y coros) y un formidable Juan Flores al saxo, clarinete y coros. Con «Nuevo rumbo» (2011), Jorge Ilegal inició junto a Los Magníficos una apasionante revisión del universo de las orquestas y del primer rock. «El guateque del hombre lobo» (2012) es uno de sus mejores trabajos, nadie debería perdérselo. «Nos vimos en el psiquiátrico» trabaja sobre esa clave al aportar una excelente recreación del bolero ‘Obsesión’. Pero hay más momentos eléctricos que acústicos, más ocasiones para encenderse que para relajarse. ‘Mescalina’, ‘Mueve tus caderas’ o ‘Cuanta puta y yo que viejo’, interpretadas por o junto a sus intérpretes originales dan buena muestra del heroico trabajo que hay por detrás y por delante de todos los implicados con Jorge Ilegal a la cabeza. Julián Hernández recrea como nunca el clásico de Siniestro Total, ‘Mescalina’ y Carlos Segarra traen sus mejores galas con algún nuevo arreglo, y Johnny ‘Burning’ muestra su mejor cara con ‘Mueve tus caderas’ y ‘Esto es un atraco’.

Otro punto y aparte merecen Triángulo de Amor Bizarro. Discos como «Año santo» (2010) y temas como ‘De la monarquía a la criptocracia’ son ese ejemplo que siempre hay que citar cuando a alguien se le ocurre afirmar la simpleza de que ya no se hacen discos buenos. Para «Nos vimos en el psiquiátrico», registran ‘Quiénes son los curanderos’ y ‘La malicia de las especies protegidas’. Antes, entre y a su alrededor aparecen ‘Chicos pálidos para la máquina’, ‘Soy un macarra’, ‘Eres una puta’ con Vanexxa, o ‘El número de la bestia’, y cuatro décadas de rock quedan unidas racional y alocadamente, todo a la vez, como la vida misma.

Es difícil encontrar algún minuto que no sea brillante. ‘El piloto’ rescatado del imponente «Agotados de esperar el fin» (1984), o la historia del ‘Hombre solitario’ así lo pueden corroborar. Pero he querido reservar para el tramo final el encuentro con más hechizo: Jaime Urrutia se saca del corazón un espléndido ‘Cuatro rosas’; ‘¡Qué barbaridad!’ parece escrito para Jorge Ilegal y Los Magníficos y, a su vez, ‘Canción obscena’ parece que Jorge la haya escrito para Jaime Urrutia. El revelado es alucinante. ‘Canción obscena’ no dejaba de ser una canción algo escondida en «(A la luz o a la sombra) Todo está permitido» (1990), pero en la garganta de Urrutia y desde la perspectiva de Jorge Ilegal y Los Magníficos alcanza la categoría de himno capaz de aniquilar cualquier dolor existencial. Ellos cantan desde el alma, y llega directa a la nuestra. Gracias.

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