Discos: «King of the Sun/King of the midnight Sun», de The Saints

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«La banda de Chris Bailey vuelve con la solvencia del tahúr veterano, el que se sabe ducho en el manejo de varios palos de la misma baraja»

The-Saints-King-of-the-Sun-28-11-14

The Saints
«King of the Sun/King of the midnight Sun»
FIRE RECORDS

 

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

 

 

Investidos por la reciente reivindicación de Bruce Springsteen (quien versionó ‘Just like fire would’ en «High hopes», su álbum del año pasado), y permanentemente ungidos por el aura precursora de su legendario primer single (aquel ‘I’m stranded’, piedra de toque del punk australiano en el temprano 1976), la banda de Chris Bailey vuelve a un primer plano de actualidad que no ha frecuentado mucho en la última década. Lo hace, además, con la solvencia del tahúr veterano, el que se sabe ducho en el manejo de varios palos de la misma baraja. En su caso, los que parten de aquella lejana urgencia que irradió su generación, que se fue matizando con hierbas de lo más diverso a través de varias décadas, tras la marcha de Ed Kuepper y el asentamiento de Bailey como timonel único de la nave.

Originalmente publicado en el mercado australiano hace dos años, «King of the Sun» es una competente colección de canciones pop con aire folk, realzadas por esa peculiar profundidad de sonido que siempre ha marcado a las bandas de las antípodas. No hay en ella (¿cabría pedirlos a estas alturas?) recortados picos de creatividad acusada, pero tampoco rastros de medianía o senilidad. Sus doce temas fluyen con una naturalidad enorme, sostenidos sobre teclados, vientos y guitarras acústicas. El reverso eléctrico lo componen las doce canciones de «King of the midnight Sun», el segundo cedé de su edición limitada, que no es más que la reinterpretación del mismo temario en el mismo tempo y orden, con la guitarra de Barry Francis y la batería de Peter Wilkinson. Un envés vitamínico aunque quizá no esencial, ya que parece que su gestación obedece más a la necesidad de ir anticipando esa ronda europea de directos que recalará el 11 de diciembre en Madrid (Siroco) y el 12 en Valencia (Loco Club), en la que supone una espléndida oportunidad de comprobar si su estado de forma actual soporta el peso de su propia leyenda.

Anterior crítica de discos: “Unidad y armonía. Homenaje a Módulos”.

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