Discos: «Ahorita, cuándo?», de La Rumbé

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«Hay canciones que superan el concepto canónico de rumba para adentrarse en territorios si no nuevos sí bien resueltos»

larumbe-29-04-14

La Rumbé
«Ahorita, cuándo?»
VENTILADOR

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

Tras un deslumbrante primer elepé, La Rumbé presenta cuatro canciones, anticipo de un nuevo álbum que verá la luz como pronto tras el verano. Aviso para navegantes: únicamente está disponible como descarga digital, pero si lo traemos aquí es porque hay canciones que superan el concepto canónico de rumba para adentrarse en territorios si no nuevos sí bien resueltos. Y también porque hay un par de estupendos temas que, estos sí, respetan el canon. Los ocho miembros del multinacional grupo –se combinan catalanes, colombianos y brasileños– lo dan todo y nosotros quedamos a la espera de que manejen con tanta perfección las notas en los temas que llevará el nuevo disco.

Vayamos a ellas: ‘S’ha trencat el timó’ es una canción acogedora y bien esculpida, una delicia marinera que con su ventilador y su preciso andamiaje sostiene una de las rumbas más oxigenadas de los últimos años, por sencilla y lejana de experimentos barrocos. Y de este mismo calado tenemos a ‘Solos tú y yo’, un apalanque  íntimo, a lo Kiko Veneno, con la misma calidez extraña, el mismo olor a sábana gastada y nueva.

Dos canciones que hacen válido el epé, pero son las otras dos restantes las que exploran nuevos territorios y se adentran con convencimiento en ellos. Se observa en los trallazos funky de ‘Valoro mi rueda’, una proclama callejera y feliz en la que Juaco rapea sobre estallidos de guitarras al más puro estilo de las «blaxploitation» de los años setenta. Y “Filla” se desliza entre un fondo reggae y cauces de soul, sobre todo en los coros y las guitarras, que empujan al conjunto a tonos que enlazan con la tensión dramática del género.

Es un disco de rumbas, sí, pero traspasado por sonidos hermanos en un encuentro –no fusión, no funden nada, utilizan– que aúna todo lo que pueda servir al ritmo y al compás. Es bueno, pues, revitalizar estas canciones que, a pesar de su brevedad ya valen como organismo autónomo y como proyecto de futuro.

Anterior crítica de discos: “Somos gente honrada”, de Los Verdugos.

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