“Disco Náutico” (2008), de Josele Santiago, Coque Malla y otros

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OPERACIÓN RESCATE

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“Rock and roll en su pura esencia, con sus errores, pero con grandes virtudes y con la frescura de quien lo ha mamado y lo lleva dentro”

 

Hasta el famoso Naútico de San Vicente do Mar nos lleva Raúl Tamarit para reivindicar el valor de un disco limitadísimo, una actuación en directo repleta de clásicos que abordó una banda capitaneada por Josele Santiago y Coque Malla.

 

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VV.AA.
“Disco Náutico”
TRILOBITE RECORDS, 2008

 

Texto: RAÚL TAMARIT.

 

Los que nos deleitamos con los sonidos más clásicos de rock and roll siempre recibimos con agrado la recreación de piezas que pertenecen al histórico de grandes momentos de la historia de la música popular, sobre todo por parte de músicos a los que admiramos. Una manera de revitalizar y actualizar el rock and roll, evitando que este muera por inanición. Cada vez que alguien se asoma a esos sonidos clásicos es como un balón de oxigeno para que no permanezcan en el olvido absoluto. Sobre todo si se hace con los pies en la tierra, viviendo el presente, ejercitando la creatividad y no como un mero ejercicio de nostalgia. Se trata de recuperar por un momento las raíces, ser conscientes de dónde venimos al menos durante un buen momento.

El que suscribe no es muy partidario de las jams. Ese ejercicio de demostración, en muchas ocasiones excesivamente onanista, donde los participantes parecen competir para ver quién domina mejor su instrumento sobre ruedas de acordes interminables. “Disco Náutico” es otra cosa, es un disco de canciones de otros, y algunas propias, interpretadas en riguroso directo, con dos voces de altura como las de Josele Santiago y Coque Malla, secundados por una banda de no menos categoría: Pablo Novoa (Mastretta, Josele Santiago, La Marabunta, Golpes Bajos, Ronaldos), Ricardo Moreno (Vilma y los Señores, Mastretta, Ronaldos, La Marabunta) y Óscar Avendaño (Siniestro Total, Los Casanovas) como grupo base, y con las colaboraciones de Luca Frasca (Mastretta, Josele Santiago, Blue Perro), Elías Cassamo (el cocinero del bar y solvente baterista, que murió al poco tiempo y al que está dedicado el disco), Nicolás Pastoriza (Ectoplasma, Bromea o Qué), Fran Casanova (Los Casanovas) y Piti Sanz (Los Contentos). Sin overdubs, el concierto que se realizó el 13 de agosto de 2004 en el Club Náutico de San Vicente do Mar, en la costa gallega, y sin previsión de ser editado, no deja de ser eso, un directo en toda regla. Rock and roll en su pura esencia, con sus errores, pero con grandes virtudes y con la frescura de quien lo ha mamado y lo lleva dentro. Pasión y sudor, y no precisamente porque se registrase un mes de agosto. Con sus cantantes avisando de cuando vienen los cambios, de cuando entra un solo o cantando al mismo tiempo la letra y las partes de la estructura para los demás músicos.

 

 

Tras unos ensayos previos, uno el día de antes y dos el día del concierto, se decide el repertorio que se va a interpretar, probando las canciones para ver como salían y quién cantaba qué: el líder de Los Enemigos se decanta principalmente por los cincuenta interpretando obras clave de Rufus Thomas (‘Walking the dog’), Randy Newman (‘Have you seen my baby?’, que también interpretaron Flamin´Groovies), Buddy Holly (‘That´ll be the day’), Bobby Troup (‘Route 66’, que hicieron, entre otros, Chuck Berry); Dr. Feelgood (‘I´m a hog for you baby’ compuesta por Leiber/Stoller), Fats Domino (‘Hello Josephine’), para rematar la jugada con Complejo, incluida en el primer disco de Los Enemigos

 

 

Por su parte el ex Ronaldos Coque Malla apuesta por sus adorados Stones acertando en la elección de: ‘You can’t always get what you want’, ‘Black Limousine’, ‘Miss You’ y ‘Honky Tonk Women’, para concluir con la recuperación de ‘Guárdalo’, como fin de fiesta, del disco homónimo de Los Ronaldos. También se interpretaron otras que finalmente no vieron la luz como ‘One after 909’, de los Beatles, ‘Money de Barret Strong’, ‘Super Superman’ de Miguel Bosé o ‘Hot legs’ de Rod Stewart.

Pocos fueron los afortunados que presenciaron el encuentro sobre las tablas de los líderes de estas dos bandas que estimularon el rock patrio a mediados de los ochenta mientras tomaban cañas en un bar de la calle Velarde de Malasaña. Dos figuras necesarias a las que el distinto devenir de sus grupos alejó hacia diferentes lugares, pero con bastantes nexos en común como aquí se demuestra.

 

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Para que quedara constancia de ello, en 2008, el sello Trilobite se estrenaba en el mundo discográfico con la edición en formato vinilo de este documento, editando una edición limitada de 500 copias numeradas, para que otros cuantos afortunados lo disfrutasen al menos en sus casas. De esta forma, Oscar Avendaño se puso en contacto con Alberto Sixto, con quien ya había trabajado en alguna ocasión. Juntos se encargaron de mezclar y seleccionar lo mejor de toda la grabación para que finalmente viera la luz en el trabajo que nos ocupa.

En definitiva, “Disco Náutico” es eso: un encuentro entre amigos con la única pretensión de pasar un buen rato y hacérnoslo pasar a los demás. Y que siempre sea así, con su gloria y sus imperfecciones, que muchas veces se nos olvida de qué va esto. Ah, servidor tiene la copia número 33.

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