Diez canciones que nunca sonarán en tu cotillón

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De Pato de Goma a David Soul, César Prieto recupera una decena de temas que tuvieron su minuto de gloria y que, de alguna forma, cayeron en el olvido. Una alternativa a las listas clásicas para despedir el año y, como dice su autor, “acompañar al baile en el pais imaginario de la juventud olvidada”.

 

 

Selección y texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

1. ‘We are the 80’s’, de Mabel (“Born to make you happy”, 1979).

Entre un descafeinado artefacto pop en la Eurovisión de 1978 y grupos de glam metal como White Lion, Mike Tramp tuvo tiempo de ser retrofuturista, definir la esencia juvenil del 79 y proclamar que los 80 nos pertenecían. Seguramente Mabel no se sentían cómodos en este papel, pero sus cinco minutos de gloria los lograron con esta canción. Un verdadero himno visionario que anunciaba todo lo que iba a venir.

 

 

2. ‘Ganador’, de Marce y Chema (“Ganador”, 1979).

Nunca hubo más rockers en España que en la frontera de los 80, y entre ellos los hermanos Marce y Chema hicieron un buen repaso del cancionero de veinte años antes, junto a alguna canción propia como esta recreación que se quiere épica de los circuitos. Como todos, se quejaron de que les obligaron a cantar ante un público adolescente. Curioso, su acento y una canción como ‘Elvis de la Barceloneta’ los delatan como residentes en la ciudad condal, foco de muchos de estos asuntos.

 

 

3. ‘Gimme, gimme, gimme’, de The Teens (“The Teens”, 1978).

Se anunciaba como el grupo de rock más joven de Europa, y en su primer elepé el productor tocó el cielo. Un puñado de canciones  que no desentonan entre cualquier banda que practicase una new wave guitarrera. Hoy es casi imposible encontrar datos sobre ellos. Que fueron un invento, seguro, pero ojala hubiera muchos inventos con este desparpajo efervescente y chicletero.

 

 

4. ‘Chicos malos’, de Pato de Goma (“Chicos malos”, 1984).

Pero para jóvenes, estos, que tuvieron la ventaja de ser guiados por el gran Tino Casal y producidos por Juan Luis Izaguirre, el que creo el sonido de Mamá o Los Secretos. Y estos sí que de verdad cantaban y componían en un primer elepé lleno de grandes canciones. Una de las mejores, ‘Piel de terciopelo’, hacía un retrato del angst juvenil (angustia) impecable, y este single que presentamos rompió todas las panas. Lástima la triste historia de Agustín, su batería, decían que el más prometedor toda su generación.

 

 

5. ‘Mi joven profesor’, de María Veranés (“Día tras día”, 1978).

María Veranés fue una alumna diferente a los Pato de Goma, sentimental y enamorada de su profesor, aunque ya talludita. Trabajó con Juan Carlos Calderón y con Rodrigo García, fue producida –en esta canción– por José Luis de Carlos, el mismo de Cecilia o Las Grecas, escribía ella misma y pudo ser la nueva Cecilia o la Ana Belén revisitada o abrir una tercera vía, pero tras su maravilloso único elepé –escuchen ‘Mi caradura’–, se quedó en nada.

 

 

6. ‘Goma de mascar’, de Goma de Mascar (single, 1979).

Reyes Poveda, estrella de Aplauso imitando a Travolta, participó también en la película “Nunca en horas de clase”. De ahí salió un grupo al que se le preparó un single con su mismo nombre desde Reflejo, subsello de EMI para producciones en español y por los mismos autores del tema ‘Ganador’ que antes han escuchado. Colores y formas imposibles. Sacaron uno más que llevó adelante Tino Casal, pero esto es otra historia. Y apasionante, les aviso.

 

 

7. ‘Ven a bailar’, de Jimmy (single, 1980).

Ahí lo tienen. Nunca más se supo, nada más que dos singles, pero fue el híbrido perfecto entre John Foxx y el Puma. Y entre las canciones, todas resultonas –composición de Ray Girado, tiraban sobre seguro–, destacó esta. La gente se preguntaba de donde salían esas guitarras tan afiladas. Fácil, los arreglos fueron del Max Suñé, factótum de Iceberg y de otros progresivos.

 

 

8. ‘Voy a América’, de Flavio (single, 1979).

Tampoco se sabe mucho de él, sólo que fluctuaba entre Puerto Rico y España, que grabó un epé y un elepé y que Menudo se apropió de sus canciones. Palabras mayores, lo moldearon Eddy Guerin o Julio Seijas, y esa guitarra saltarina de Carlos Villa, que venía de estar con las Vainica y con Julio Iglesias. Buen trabajo, aunque nunca llegó a ser un Ricky Martin.

 

 

9. ‘Silver lady’, de David Soul (“Playing to an audience of one”, 1978).

Estábamos acostumbrados a verlo como Ken «Hutch» Hutchinson junto a Starky resolviendo casos al volante de un Gran Torino rojo, cuando de pronto nos asaltó desde los escenarios y las tiendas de discos. Sonó hasta la saciedad este ‘Silver lady’ antes de que su carrera se estragase. Lástima, la orquesta que lo acompañaba era un auténtico prodigio y él pudo ser el sustituto natural de Barry Manilow o Neil Sedaka. Hoy, en vez de actuar en Las Vegas, ha pasado a ser ciudadano británico. Algo es algo.

 

 

10. ‘Da doo run run’, de Shaun Cassidy (“Shaun Cassidy”, 1977).

Si hay algo que se le puede alabar a este hermano menor del gran ídolo teen de los primeros setenta, David, es su gusto supremo al escoger sus covers. The Lovin’ Spoonful, Bowie o The Who pasaron por su garganta. Sus colaboradores no se quedaban atrás, Eric Carmen o Todd Rundgren, que le dejó a Utopia para su cuarto elepé. Una carrera curiosa que en España no fue más allá de esta versión de The Crystals.

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