Diez canciones para recordar a Nick Drake

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No llegó a cumplir los 27, pero en su corta vida Nick Drake facturó tres discos sostenidos por la poesía y el folk. A provechando la efeméride de su ausencia, Sara Morales recuerda diez de sus mejores canciones.

 

Selección y texto: SARA MORALES.

 

El reconocimiento le llegó muy tarde, quizás porque fue un artista que corrió demasiado; tanto que ni siquiera logró entrar en la memoria del famoso ‘Club de los 27’, pues se marchó antes de cumplirlos. Su sensibilidad extrema le llevó a encontrar su forma de expresión en la poesía, y a esta supo vestirla de canción folk magistralmente en apenas cuatro años y tres discos. Influido por Bob Dylan y Phil Ochs a la hora de crear sonido y ejemplo a seguir para músicos como Elliott Smith, Paul Weller, Robert Smith (The Cure) o Peter Buck (R.E.M.), su obra es de las que llega y sabe quedarse.

Nick Drake nació en Birmania por casualidad y fue encumbrado tarde al palmarés de los músicos británicos de culto, demasiado tarde. Durante casi toda su vida debió luchar contra la depresión, y aunque la música logró hacer su paso por la Tierra algo más soportable, no encontró la salvación en ella y se marchó tal día como hoy hace cuarenta y dos años. Por eso le recordamos a través de estas canciones, que no son más que diez trazos de un testimonio artístico irrepetible.

 

1. ‘Pink moon’ (“Pink moon”, Island, 1972).
Esta canción, que abre su último álbum, es la única que acoge unas sencillas notas de piano para acompañar a la letra. El resto del repertorio fue grabado en la soledad de dos noches con una guitarra acústica como única compañera. Gracias a este tema la popularidad de Drake creció en el año 2000, como nunca había ocurrido, debido a que Volkswagen lo utilizó para uno de sus spots publicitarios en Estados Unidos.

2. ‘Fruit tree’ (“Five leaves left”, Island Records, 1969).
Escrita a finales de los años sesenta, el músico inglés no solo vaticinó su propia muerte en ella, sino que también presagió cuál iba a ser su relación de futuro con el éxito. Su caso, como el de otros muchos, es la historia de aquellos que fueron más reconocidos tras su muerte que en vida. «Olvidado mientras estás aquí / recordado por un tiempo» canta en la segunda estrofa. Su vida en esta canción.

3. ‘Place to be’ (“Pink moon”, Island Records, 1972).
La tristeza enajenaba a Nick Drake de lo mundano, de lo terrenal y la sacó a relucir en canciones como esta. Con ella muestra esa búsqueda constante de un «lugar donde estar», ese ansiado reencuentro con aquel chico alegre que una vez fue pero que un día se perdió por el camino. La depresión, que le había devorado el ánimo desde la adolescencia, al final consiguió vencer la batalla a sus veintiséis años.

4. ‘Fly’ (“Bryter layter”, Island Records, 1970).
La cara más pop de Drake, dentro del marcado sustrato folk de su obra, la encontramos en las canciones que componen su segundo disco, «Bryter layter» (1971). ‘Fly’ es una de ellas, composición para la que contó con la viola de John Cale que parece aportar algo más de luz al fatalismo sombrío del poeta llegado del sudeste asiático.

5 . ‘Which will’ (“Pink moon”, Island Records, 1972).
«Pink moon» (1972), su tercer y último disco, resiste al tiempo impregnado de melancolía y nostalgia, las coordenadas que rigieron la vida de Drake y tan profundamente dejó plasmadas en este trabajo. El más fiel a sí mismo, el más sincero y honesto, cargado de dudas y de emociones existencialistas. Una canción, esta ‘Which will’, que es todo preguntas.

6. ‘Cello song’ (“Five leaves left”, Island Records, 1969).
«Así que olvídate de este mundo cruel al que pertenezco / solo me quedaré esperando para cantar mi canción / Y si algún día me vieras en la multitud /préstame una mano y levántame hasta tu lugar en la nube». Poco más se puede añadir, la letra de esta preciosa canción, de su álbum de debut «Five leaves left», habla por sí sola.

7. ‘Northern sky’ (“Bryter layter”, Island Records, 1970).
Este es otro de los temas para el que contó con la colaboración de John Cale, esta vez al frente del piano y el órgano. Se trata de una canción de amor con rayos de esperanza, uno de los pocos textos de en los que asoma una ligera visión optimista de la vida. Su cercanía al latido jazzero en este disco («Bryter layter») hace que suene algo más dinámico.

8. ‘River man’ (“Five leaves left”, Island Records, 1969).
Uno de los recursos estilísticos que más utilizaba a la hora de escribir era el lenguaje de la naturaleza. A su debilidad por la poesía y la presencia de metáforas usuales en sus letras, se le unía una pasión por la simbología natural y los códigos primarios con el entorno. Este tema es un buen ejemplo de ello, con conceptos inolvidables como «hojas caídas», «tiempo de lilas», «hombre de río» o «lluvia de verano».

9. ‘Know’ (“Pink moon”, Island Records, 1972).
Siempre se bastó con su guitarra acústica y, aunque para sus dos primeros discos contó con arreglistas, colaboraciones y algunos efectos de sonido, lo cierto es que su voz conseguía fundarse como un instrumento más. Lo vemos claro en la introducción de esta canción, una de las más sencillas y explícitas de su carrera, perteneciente al enigmático «Pink moon».

10. ‘Day is done’ (“Five leaves left”, Island Records, 1969).
Nick Drake vivió su vida hacia dentro, como ausente a los ojos de los demás. Un tipo introspectivo y tímido que huyó de la fama y el éxito, apenas concedió entrevistas y se negaba a participar en las tareas de promoción de sus discos.  Quizás esto contribuyó a que su paso por la industria musical en vida fuera de puntillas, pero el tiempo ha terminado concediéndole el merecido regalo del reconocimiento y la eternidad. En ‘Day is done’ pone sobre la mesa aquello de «lo perdido y lo ganado», mientras nos recuerda que «la vida no está hecha de oro, y la noche sigue siendo fría».

 

 

 

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