Diez canciones olvidadas de Jane Birkin

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La musa francesa es una de las protagonistas del sexto número de “Cuadernos Efe Eme”, donde César Prieto repasa a fondo su carrera musical. Para incidir en su valor como intérprete, elabora una playlist con algunas de sus interpretaciones más valiosas pero menos conocidas.

 

Selección y texto: CÉSAR PRIETO.

 

1. ‘Les langues de chat’ (cara B de single «La décadanse», 1971).
Unos imaginativos arreglos de Jean Claude Vannier tan suculentos como toda la repostería de la letra, pero nada empalagosos. Gilles Vernant habla de “une amusante pochade pâtissière”: eso es, un fresquísimo ye-yé naïf. Atención a las trompetas.

2. ‘Le canari sur le balcon’ («Jane Birkin-Serge Gainsbourg», 1969).
La guitarra desnuda estremece tanto como el viento que hiela Londres en la canción. Y Jane acaricia esta historia de un melancólico suicidio hasta convertir la destrucción en un perfil de serena belleza.

3. ‘Mon amour baiser’ («Di doo dah», 1973).
Un catálogo de formas de besar que en la dicción de Jane se confunde con algo fonéticamente similar. El perverso Serge se la hece cantar con sentimiento inocente,… Más perversa, pues.

4. ‘Lolita go home’ («Lolita go home», 1975).
Un homenaje a Nabokov en que un inocente palmito intenta pasar desapercibida éntre los insultos de las mujeres y las babas de los hombres. A ritmo de disco music. Imposible sustraerse al baile y a la libido.

5. ‘Mélo mélo’ («Ex fan des sixties», 1978).
Parece escrita por un Henry Mancini desaforado, con sus toques jazz, su aroma a descapotables antiguos y su machacona esencia de gran pantalla en technicolor.

6. ‘Yesterday yes a day’ («B.S.O. Madame Claude», 1977).
La banda sonora de “Madame Claude” en una espiral en que la letra va de la soledad al amor en sombras, la orquesta respira en plenitud y la guitarra es elegante  y serena.

7. ‘Fuir le bonheur de peur qu’il ne se sauve’ («Baby alone in Babylone», 1983).
La primera canción de desamor que le escribió Serge, la más bella, la más serenamente desesperada. Da tanto miedo la felicidad que la solemos romper. En el entierro de Gainsbourg fue el texto que leyó Catherine Deneuve como homenaje y recuerdo.

8. ‘Overseas telegram’ («Baby alone in Babylone», 1983).
Gainsbourg conservó siempre una copia del telegrama que envió a Jane a Inglaterra en 1968. Pensaba que no iba a volver y le ofreció un disco. Un prodigio de sutilidad en el claro estribillo y el susurro que aparece de fondo al doblarse como una ola la voz

9. ‘Amour des feintes’ («Amours des feintes», 1990).
Jane nos dice que fue la última canción que escribió Serge. Los laberintos del amor parecen más serenos, pero aún duelen por dentro esa ambientación barroca y esa guitarra de simplicidad flamenca.

10. ‘Love fifteen’ («Amours des feintes», 1990).
Un nuevo juego de Lolitas, literario, alegre, que solo desborda una contenida y tapada melancolía en los versos finales. Lo que quiso dejar como testamento Gainsbourg. La melodía, con el evocador romanticismo de Chopin.

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