Delicias a 45 RPM: Unidad Móvil

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Delicias a 45 RPM: Unidad Móvil

Unidad Móvil
«Todo ha sido un juego» / «La chica del Vespino»
EDIGSA, 1981

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

Retomamos la colección de sencillos que dejó la Nueva Ola recordando este único y soberbio trabajo registrado por el trío barcelonés Unidad Móvil. Integrado por Eduardo Laguillo, José Pablo López de Jara y Jordi Ulibarri, Unidad Móvil surgió de la primera ruptura de Melodrama, con los que compartían un fino gusto en la elaboración de melancólicos relatos pop. Y aunque sólo editaron este único single, la canción que lo abría figura por derecho entre las mejores que dejó el periodo nuevaolero.

Sí, porque «Todo ha sido un juego» es un tema monumental en su sencillez –así lo vieron Los Secretos, que la rescataron en 1989 para su disco La calle del olvido–, una balada que se inicia con el suave punteo de una guitarra y que se desarrolla en hechuras acústicas, de influencia Beatle, mientras la voz recuerda a la de Joan Baptista Humet. La letra es, sencillamente, prodigiosa, un certero relato alrededor del aburrimiento de una pareja que se escora, inevitablemente, hacia su ruptura: «No tiene ganas de salir / Por eso estoy de nuevo aquí / Semiasfixiado en humo y alcohol / Mientras ella ve la televisión / ¿Qué puedo hacer? / Si tan poco caso me hace / Nuestro amor tendrá un triste final». El ingenio le lleva a inventarse una estrategia para romper la rutina de ella, que parece fiel al televisor: «Quisiera darle una lección / Dejar bien claro que aquí mando yo / Decirle: ‘Todo ha sido un juego / En realidad, ya ves, yo a ti no te quiero / Hay una chica rubia / que me espera / cada noche a las diez / Perdiste esta vez’.» Sin embargo, la estratagema de poco sirve: «Y se lo dije todo así / Por eso estoy de nuevo aquí / semiasfixiado en humo y alcohol / Ella me ha dado toda la razón / Me ha dicho adiós / Sin ni siquiera inmutarse / Y ahora viendo está la televisión». La indiferencia ha triunfado. A tomar por saco los finales felices. Un relato tan cruel y desolador como la vida misma. Simplemente, magistral. A Ray Davies le habría encantado.

En la otra cara, «La chica del Vespino» presentaba al trío en una orientación más pop y animada (muy ochentera), en este caso en un tema que gira alrededor de las fantasías imposibles: El narrador se ha enamorado perdidamente de una chica a la que ve pasar todos los días en su Vespino y con la que no ha cruzado ni media palabra. De nuevo, Laguillo y López Jara, los compositores de Unidad Móvil, mostraban su habilidad para trasladar a una canción situaciones reales. Una pena que no dejaran más temas grabados.

 

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