De bisontes, chicas y parecidos razonables

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nacha-pop-14-09-09Lo que no quiso trascender nunca el ámbito de los aficionados, terminó levantando un cierto revuelo la semana pasada, con opiniones divergentes e incluso un «telediario» haciéndose eco del asunto. En este artículo, Vicente Fabuel expone su punto de vista y explica cómo llegó a sus manos ‘La caza del bisonte’, la canción que parece recordar a ‘Chica de ayer’.


Texto: VICENTE FABUEL.


Si en baremos populares la ‘Chica de ayer’ es probablemente LA CANCIÓN española de los años 80, la noticia del razonable parecido que su melodía guarda con un original italiano compuesto cinco años antes de la publicación del clásico de Nacha Pop, ha levantado la polvareda que la indiscutible jerarquía de este clásico merece. Las circunstancias tras la reciente desaparición de su compositor oficial harán que el debate que se ha abierto encalle sin remisión al no contar con el testimonio de Antonio Vega, su principal valedor. Sin embargo, nadie que escuche el original que los cantautores italianos Oscar Prudente (autor de la música) e Ivano Fossati (autor del texto) compusieran para Gianni Morandi en 1975, bajo el título ‘La caccia al bisonte’, quedará indiferente.

Desde luego, eso que técnicamente se conoce por parecido razonable tiene en este asunto un ejemplo más que diáfano, a pesar de lo cual y tratándose de quien se trata, uno de los talentos más incuestionables de su generación, la división de opiniones recibidas tras la publicación en esta revista de la noticia no deja lugar a dudas: dos españoles, tres opiniones. Junto a los que a las primeras de cambio escupen la última palabra a pronunciar, la de plagio, otros achacan la eclosión del asunto a supuestas conjuras de conspiración contra nuestro patrimonio musical (¿?). Mientras unos defienden caprichosas teorías musicales basadas en las diferencias o coincidencias de construcción de ambas canciones, otros recurren al uso de los primeros acordes con que Vega solía iniciar sus temas (¡e incluso en el distinto uso del bajo!). El desmedido apetito de notoriedad del abajo firmante, como supuesto autor del descubrimiento, tampoco ha sido olvidado y así un largo etcétera de opiniones entre las que, afortunadamente, también ha aparecido el rigor, el respeto y la voluntad de investigar propia de la actividad periodística.

Disquisiciones técnicas aparte, que cualquiera puede interpretar a su modo, los hechos sugieren que es poco probable que esa rara edición original de Morandi de 1975 (publicada en single y LP tanto en Italia como en Argentina) llegase a manos de Antonio. Más razonable resulta que hubiese podido encontrarse con la versión castellana que del tema en cuestión haría poco más tarde (1976) el cantante italo-argentino Piero, y que tanto en LP («Y mi gente dónde va») como en single (cara B de ‘En un mundo de fruta encendida’) y bajo el título de ‘La caza del bisonte’, ahora si que fue  editada en España (Zafiro) en el mismo año precisamente que también se publicó el single ‘Chica de ayer’ y el homónimo LP de debut de Nacha Pop, es decir, en 1980. Otro dato llamativo aparece como resultante de la escucha del texto de las dos canciones, definitivamente ya las de Piero y Nacha Pop, aparquemos la de Morandi. El uso en ambas de una levemente parecida estrofa: “la luz de la fogata nos alumbrará” (Piero) y “la luz de la mañana entra en la habitación” (Nacha Pop), aún guardando no pocas y evidentes diferencias, sumado al hecho de ir servidas ambas por músicas ciertamente parejas, por momentos acaba calando un convincente efecto de similitud.

Obligado es también explicar cómo llegó el asunto a mis manos. Como muchos otros casos similares, las tiendas especializadas de discos y los coleccionistas que las frecuentan han sido los protagonistas de este enojoso descubrimiento. Hasta donde llega mi información, todo apunta que Carlos Abraxas, veterano dealer de discos Melocotón, (Madrid) y variadas ferias de coleccionismo, tropezó un buen día en el cajón de saldos de su tienda con el mentado disco de Piero. Atraído por su seductora portada, de claros tintes neo-psicodélicos –me comenta el propio Carlos– decidió escucharlo llevándose la morrocotuda sorpresa que nos tiene aquí reunidos. Al parecer, Carlos compartió el hallazgo con diversos clientes y conocidos y a mí me vino servido por uno de ellos, el coleccionista madrileño Eloy Gala, coincidiendo el hecho con los días posteriores a la desaparición de Antonio Vega. Al instante conseguí el LP de Piero –hay que decir que de otra similar gabeta de saldos–, constaté personalmente eso que hemos dado en  llamar eufemísticamente su parecido razonable, y archivé el asunto un tanto cabizbajo preso de una sensación a mitad camino entre la sorpresa, el disgusto y la decepción. Los continuos intercambios que mantengo con Gala pusieron hace pocos días de nuevo sobre el tapete el tema, y tras uno de ellos decidí pasarle el tema de Piero al director de esta revista, un mp3 sin información sobre el contenido para que su juicio fuese más objetivo. Sorprendido y alarmado como uno, pero sobre todo con mucho más olfato profesional y periodístico que un servidor, Puchades hizo el resto y en un plisplás y sin mediar aviso, ese mp3 había llegado a los suficientes puntos neurálgicos para que su difusión fuese definitiva. Bueno, ahí está el asunto lanzado por EFE EME para el que lo quiera seguir. Por último, si hubiese que añadir mi reflexión personal retomando el espinoso asunto de origen, pocas cosas resultan más preclaras que si hay algo que no se puede plagiar, eso debe de ser el talento. Objetivamente tengo el presentimiento de que Antonio Vega se asomó al tema de marras, creo que es factible, pero lo que para mí habla claro es que tres décadas más tarde ese supuesto original es capaz de dejarte frío, mientras que, a día de hoy, la ‘Chica de ayer’ mantiene la misma capacidad ensoñadora y punzante de la creación con mayúsculas.


El razonable parecido de ‘La chica de ayer’ con un tema del argentino Piero.

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