Corriente alterna: U2 parecen perdidos

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«No saben cómo seguir sonando a ellos mismos sin aburrirse ni cómo continuar avanzando hacia el futuro sin romper con lo que las masas esperan de ellos»

 

Ante la escucha del single que avanza el nuevo disco de U2, Juanjo Ordás se ha quedado con la sensación de los últimos tiempos: que el grupo de Bono y The Edge parece perdido.

 

 

Una sección de JUANJO ORDÁS.

 

 

‘Ordinary love’ me ha dejado tibio. Es la nueva canción de U2, cierto, aunque me llevan dejando así desde hace bastante tiempo. Concretamente cada vez que sacan single. En todos sus discos –incluso en los mediocres dos últimos– podemos encontrar buenos temas, pero hace bastante que no deslumbran al mundo con un enorme primer sencillo. Con una potente tarjeta presentación de nuevo álbum como en los viejos tiempos. ‘With or without you’ y ‘The fly’ quedan lejos, incluso hace catorce años ya de ‘Beautiful day’, seguramente su último gran sencillo de adelanto.

Ya lo comenté en su día, U2 parecen perdidos en su propio universo, no saben cómo seguir sonando a ellos mismos sin aburrirse ni cómo continuar avanzando hacia el futuro sin romper con lo que las masas esperan de ellos. Eso es exactamente ‘Ordinay love’, una canción en la que la producción tiene detalles interesantes pero en la que la guitarra de The Edge suena tan poco creativa como ese estribillo de fervor religioso entonado por Bono y un angelical coro. Hoy día cualquiera sabe cómo sonar a U2, cualquier grupo de veinteañeros ingleses o norteamericanos componen millones de mascados himnos comunales que no van a ningún lado, razón de más para que sean los propios U2 los que decidan moverse en cualquier otra dirección.

En 1997, “Pop” fue un disco controvertido, aún lo sigue siendo, pero no dejaba de ser un álbum con ideas interesantes, que bebía de la actualidad, que seguía trabajando la fusión con la electrónica. También fue importante porque con él, Bono seguía trabajando un cinismo religioso que le continuaba alejando –o situando en una dimensión próxima pero distinta– del cristianismo imperante durante el auge popular de U2 en los ochenta. “Pop” vendió menos de lo esperado. La respuesta fue “All that you can’t leave behind”, verdadero inicio de la debacle de la banda. Curioso, porque fue uno de los grandes discos de 2000, un trabajo notable aunque también el regreso a sonoridades de fácil asimilación.

Anterior entrega de Corriente alterna: El confort de Bruce Springsteen.

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