Corriente alterna: La artillería pesada de Ariel Rot

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«Ahora es el momento de sacar la artillería pesada, de trabajar un «greatest hits» con los éxitos regrabados en estudio y arrojarlos fuera»

Asegura Juanjo Ordás en esta columna (en la que repasa los últimos quince años del ex Rodríguez), que Ariel Rot no es patrimonio solo del rock, sino de la música popular española. Y no le falta razón.

 

 

Una sección de JUANJO ORDÁS.

 

 

La gente se ha olvidado de quién es Ariel Rot. En serio, puede que tú, lector de EFE EME aún sepas de sus últimos trabajos discográficos pero el ciudadano medio ya no se acuerda de él pese a haber firmado tantísimas canciones populares. Lo cierto es que la carrera de Ariel debería haber seguido otros derroteros artísticos, pero, oye, lo que le pedimos a un músico es que no ate su arte.

El reciente “La huesuda” es un buen disco, claro que sí, ¿pero es quizá demasiado maduro? En 2001 Ariel estaba en un momento fantástico, había editado “En vivo, mucho mejor”, un álbum en directo de gran calidad, con mucha energía, pero energía pulida, perfecta para el gran público sin traicionarse a sí mismo. Ahí estaban algunas de sus grandes canciones en solitario, junto a Los Rodríguez y junto a Tequila, todas en un solo cedé. Y era glorioso escuchar a Ariel regodearse en su brillante pasado y en su brillante presente. Tengo entendido que “En vivo, mucho mejor” vendió bien. A él le siguió “Lo siento Frank”, buen trabajo pero casi grabado solo para «connaisseurs», duro de escuchar en algunos momentos. Creo que cualquiera puede interpretarlo así, por muy bueno que nos parezca a todos. “Lo siento Frank” no iba a enganchar al público de playa y sol que “En vivo, mucho mejor” sí había encandilado, no porque este último fuera al fin y al cabo un compilatorio, sino porque el entonces nuevo disco de estudio de Ariel no irradiaba esa soleada energía a la que tantos habían respondido. También es una época complicada en la que la piratería está pasando del top manta a lo digital, pero aquí ya no hablamos de ventas, sino de «producto». Y “Ahora piden tu cabeza” se movió en unas coordenadas similares, quizá incluso aún más introspectivo aunque la calidad, como siempre, estuviera garantizada. Hay que insistir: Ariel seguramente seguía su instinto y eso siempre está bien, pero no estaba sirviendo el plato que tantos le habían demandado en su día. El disco de duetos “Dúos, tríos y otras perversiones” fue, una vez más, un buen disco, para nada forzado y con grandes momentos, en él se juntaba a Ariel con los grandes nombres del rock español pero la radio ya no estaba ahí, como tampoco estuvo para “Solo Rot”, su espectacular álbum de 2010, su gran obra maestra junto a “Cenizas en el aire”.

¿Ahora qué? Ahora es el momento de sacar la artillería pesada, de trabajar un «greatest hits» con los éxitos regrabados en estudio y arrojarlos fuera. Y cuando digo éxitos, digo éxitos. Ya hace muchísimos años que Ariel se desenvuelve fenomenalmente como cantante, ahora es momento de escucharle cantar… ¡Y tantas canciones! ¡La lista estaría repleta, si hasta sale sola!  (‘Salta!’, ‘Rock and roll en la plaza del pueblo’, ‘La milonga del marinero y el capitán’, ‘Dulce condena’, ‘Me estás atrapando otra vez’, ‘Baile de ilusiones’, ‘Dos de corazones’, ‘Hasta perder la cuenta’, ‘Dulce mirada’…). Lo dicho, artillería pesada, y en eléctrico, conseguir que suene en la radio, una promoción agresiva que recuerde que Ariel Rot no es patrimonio solo del rock, sino de la música popular española.

Anterior entrega de Corriente alterna: Tener mucho público no es sinónimo de calidad.

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