Corriente alterna: Bowie y “Blackstar”

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“‘Blackstar’ provoca una atracción insana. Como el disco entero sea así, más que un disco va a ser un artefacto sobrecogedor”

 

 

Tras escuchar el adelanto homónimo, Juanjo Ordás amplía sus expectativas ante el próximo disco del camaleón del rock, que verá la luz el 8 de enero.

 

 

 

Una sección de JUANJO ORDÁS.

 

 

El faro de David Bowie vuelve a alumbrarnos el camino a seguir. ¿Cuánto hacía de eso? Ni “The next day”, su retorno discográfico de 2013, ni el sencillo ‘Sue (Scene of the crime)’ me gustaron, por lo que mis expectativas eran bajas. Pero solo con su título, “Blackstar” ya prometía un misterio que hacía mucho tiempo Bowie no desprendía. El disco toma el título del single, por lo que se puede entender que de alguna manera lo define. También se adelantó un fragmento, pero en cualquier caso, todo eran conjeturas hasta que la canción y su correspondiente videoclip se estrenaran hace una semanas. Y se estrenaron. Y el mundo se estremeció. Y yo creo que sigue estremecido. Buena onda expansiva.

 

 

Qué terrorífico todo. Podríamos ponernos técnicos y decir que la canción es como una mezcla entre ‘Hunky dory’, ‘Lodger’ y ‘Outside’, hablar de esa mezcla jazzie y electrónica con melodías clásicas entremedias y un punto vanguardista, pero no hay tiempo ni espacio porque hay que comentar lo pavoroso de ‘Blackstar’, el terror, su enigmático significado, su aterrador videoclip tintado a lo Lovecraft y creado por el director Johan Renck y el propio Bowie, por lo que sabemos que hay un mensaje y un sentido aunque sea complicadísimo de descifrar. ¿Y esa letra? Un lugar llamado Ormen, referencias a ángeles caídos y posesiones… Desde luego, no es la canción ideal para irse a la cama. Pero algo subyace y hay un significado enterrado en toda esa simbología. ¿Es una crítica? Bowie vuelve a enseñarnos el camino hacia el misterio que hacía tantos y tantos años que había abandonado. ¿Cuándo fue la última vez que sentiste que nos estaba conduciendo hacia un lugar secreto del alma? Desde “Earthling”, tal vez.

‘Blackstar’ provoca una atracción insana. Como el disco entero sea así, más que un disco va a ser un artefacto sobrecogedor. Pero qué gusto que Bowie vuelva a provocar emociones y reacciones. Llevaba tiempo dormido y de pronto ha despertado. Ahora “The next day” me encaja como un ejercicio para desentumecerse y, como tal, hasta lo aprecio un poquito más. Pero creo que “Blackstar”, el disco, va a pegar la campanada sonora y potente.

 

 

 

 

Anterior entrega de Corriente alterna: Los sesenta de Dylan.

 

 

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