Colección Cara B: Discos que se leen

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«Llega un momento en que te das cuenta de que entender y explicar ciertos discos míticos requiere más de cinco folios, que es el espacio máximo disponible en la prensa musical española»

La editorial Lengua de Trapo ha puesto en marcha una colección dirigida por el periodista Víctor Lenore e integrada por volúmenes monográficos dedicados a álbumes esenciales de la historia de la música popular española. Eduardo Guillot conversa con Lenore.


Texto: EDUARDO GUILLOT.


No es ningún secreto que la bibliografía musical en castellano no destaca precisamente por su abundancia. Por eso es una gran noticia que una editorial de prestigio como Lengua de Trapo se haya lanzado a la aventura de poner en marcha una colección, Cara B, dedicada a «explorar en profundidad la historia de discos esenciales de la música popular española». Su director es el periodista Víctor Lenore. «Llega un momento en que te das cuenta de que entender y explicar ciertos discos míticos requiere más de cinco folios, que es el espacio máximo disponible en la prensa musical española», argumenta.

El único precedente es la colección 33 1/3, de la editorial anglosajona Continuum. «Es la fuente de inspiración. Jorge Lago, el director de ensayo de Lengua de Trapo, es sociólogo, así que no me costó convencerle para sacar textos trabajados y con sustancia. En todo caso, han de poder leerse de un tirón. Y no merecía la pena si se quedaba en libros complacientes para fans acríticos. Evitamos la hagiografía y no miramos al público por encima del hombro. Pensamos que los compradores potenciales son tan exigentes como nosotros».

Y ofrecen alicientes añadidos. «En cada título se inluye un prólogo y un epílogo firmado por un personaje solvente, sea Santiago Auserón, Leonard Cohen, Julieta Venegas o Julián Rodríguez. También apostamos por la calidad de papel, portadas cuidadas, una decena de fotos y un formato que haga cómoda la lectura».

Los dos primeros títulos de la colección están dedicados a «Omega», el feliz encuentro entre Enrique Morente y Lagartija Nick (firmado por Bruno Galindo), y «Una semana en el motor de un autobús», un trabajo clave en la trayectoria de Los Planetas (escrito por Nando Cruz). «Es casualidad que los dos discos procedan de Granada, aunque es significativo que, de los primeros de la colección, solo uno nació en Madrid (a medias), y ninguno en Barcelona. Hay muchos clásicos en castellano que se gestaron en Sevilla, Euskadi, Gijón o Buenos Aires».

El enfoque de ambos libros también es diferente entre sí. Mientras «Omega» está narrado como una historia oral, «Una semana en el motor de un autobús» saca a la luz las dotes de narrador de Nando Cruz. «La idea es que cada libro tenga un enfoque distinto. Queremos que ninguno se repita. El de La Mala Rodríguez (dedicado al disco ‘Lujo ibérico’) intentaremos hacerlo apoyándonos en algunos de los mejores trucos del maestro de periodistas Gay Talese. El de Andrés Calamaro (sobre ‘Honestidad brutal’) buscamos que sea un reflejo de su contradictoria, psicodélica y laberíntica manera de razonar. El de Kortatu (focalizado en el álbum ‘El estado de las cosas’) será un libro que no se centrará en el conflicto vasco, sino en las dificultades de la cultura española para generar debate y aceptar discursos antagonistas. Ya sabemos que, desde la Transición, se ha impuesto un pegajoso y a veces nocivo culto al consenso, como bien explica Guillem Martínez. El objetivo es no aburrir y no aburrirnos».

También aguarda en la recámara el volumen dedicado a «Cajas de música difíciles de parar», de Nacho Vegas, mientras que algún otro ha tenido que ser descartado. «Queríamos incluir entre los primeros ‘La canción de Juan Perro’, de Radio Futura. Nos dijeron que los miembros del grupo están ahora muy ocupados, aunque Santiago Auserón tuvo la amabilidad de escribir un emocionante prólogo para ‘Omega’. Insistiremos hasta que acepten». Un motivo más para permanecer atentos a nuevas entregas.

En apenas un mes, «Una semana en el motor de un autobús» ha agotado su primera edición (entrando en listas como las de Fnac o «El Cultural», del diario «El Mundo»), y aunque las cifras de ventas de «Omega» son más modestas, la acogida recibida por la colección parece garantizar su continuidad, pese a que Lenore es consciente de que no todos los títulos tendrán el mismo atractivo para el público. «Con Kortatu estoy convencido, porque fueron un grupo mítico y masivo», asegura. «Pero con La Mala Rodríguez tengo dudas. Esperamos que los títulos con más éxito compensen las pérdidas de los menos vendedores. Ponemos la relevancia cultural por encima del gancho comercial, aunque al final las cuentas tengan que salir».

Una política inteligente, que se extiende tanto al criterio de selección de los autores (Nando Cruz tenía más de treinta horas de conversaciones grabadas, y Galindo tuvo que lidiar con el fallecimiento de Morente) como de los contenidos. «Se trata de un método colectivo o comunista: primero hago un listado de los títulos más lógicos, y luego pregunto a un montón de gente, cuanto más diversa mejor, qué les parece ese disco. Tras recoger estos puntos de vista, tomamos decisiones».

Así que no descarten las sorpresas en próximos volúmenes. «No nos cerramos a Joan Manuel Serrat, Sisa, Mónica Naranjo, Barón Rojo, Veneno, Vainica Doble, Las Grecas, Paco Ibañez o Camarón de la Isla. Consideramos cualquier sugerencia. De cualquier disco con impacto cultural se puede escribir un buen libro. Incluso de Camela, aunque con este no creo que nos atrevamos».

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