“Carreteras secundarias volumen 1”, de El Twanguero

Autor:

DISCOS

 

“Te pone el oído en el suelo para que escuches los pasos de los músicos errantes, de las vidas arrastradas de un lugar a otro por huracanes”

 

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El Twanguero
“Carreteras secundarias”
AUTOEDITADO

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

Conocí a Diego García “El twanguero” como mucha gente, cuando ocupó el puesto de guitarrista en la banda de Jaime Urrutia. Buena imagen, buen guitarrista, pero creo que nadie era consciente de lo que estaba por venir. La mayoría del público le descubrió sobre las tablas en sus giras con Andrés Calamaro, haciendo un excelente trabajo, pero sin dejar entrever que en 2005 iniciaría una carrera solista como guitarrista instrumental. Puede que fuera para desquitarse de su época como músico asalariado, a lo mejor se trató de un paso fortuito, pero lo cierto es que empezó a grabar una serie de discos con una marca muy personal, discos en su mayoría instrumentales -salvo puntuales cantantes invitados- que paradójicamente podían ser disfrutados tanto por entendidos (el nivel instrumental del Twanguero es de otro mundo) como por el oyente de aspiraciones sencillas (se trataba de buena música, con ritmo, sentimiento).

Los deslumbrantes “Argentina songbook” y “Pachuco” aún resuenan en las paredes de allá donde sonaran, la profunidad del primero y el ritmo del segundo volvieron a explicar esa lección olvidad que dice que la música instrumental tiene entidad, que es agradecida y no excluye públicos. Con “Carreteras secundarias vol. I” el Twanguero no lo pone más difícil, pero sí exige un poco más de confianza por parte del oyente. Solo con su guitarra, presenta canciones inspiradas en la búsqueda a través de América de la influencia europea y de su mestizaje con las notas nativas. Un viaje muy excitante pero también solitario, pones el disco y te vas tú solo con el Twanguero. Él conduce y tú miras por la ventanilla el paisaje de allá por donde te lleve. No tiene las manos en el volante, sino en la guitarra, no hay coche, sino temas, y no hay mejor chófer.

Cada desplazamiento geográfico de corrientes musicales lleva implícito el drama. El deseo de supervivencia, una alegría del espíritu, pero también el dolor del desarraigo. “Carreteras secundarias vol. I” lo captura y te lo mete entre pecho y espalda. Supone una sobrecarga emocional, te pone el oído en el suelo para que escuches los pasos de los músicos errantes, de las vidas arrastradas de un lugar a otro por huracanes. Con este disco, El Twanguero mira debajo de los cimientos de pueblos y ciudades para encontrar la señal de las personas que los levantaron entre dramas y alegrías. Pocas veces se consigue capturar ese sentimiento de forma tan fehaciente como en este disco.

Anterior crítica de discos: “Integral”, de Carlos Berlanga.

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