Canciones cruzadas: ‘Espejos que no devuelven las miradas’, de Lapido para Los Hermanos Dalton

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Lapido: “Los Dalton sabían hacer canciones y las interpretaban con la rabia necesaria. Pensé que ellos eran los que mejor podían darle vida a ese proyecto inacabado”

 

Pudo ser una canción de 091, pero acabó en manos de Los Hermanos Dalton. Eduardo Izquierdo reconstruye la historia de ‘Espejos que no devuelven las miradas’, el tema que escribió Lapido y grabó la banda gaditana.

 

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‘Espejos que no devuelven las miradas’
Música y letra: José Ignacio Lapido.
Versión: Los Hermanos Dalton
“Crash”
DRO, 1998

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

En 1998, DRO pone en circulación el quinto disco de Los Hermanos Dalton, “Crash”. Un álbum en el que el grupo de San Fernando (Cádiz) apuesta por un sonido más enérgico, cercano al punk, para marcarse catorce canciones en apenas 35 minutos. La última de ellas es un tema firmado por un nombre de sobra conocido, José Ignacio Lapido. Su título: ‘Espejos que no devuelven las miradas’.

 

 

No nos encontramos ante la clásica versión que un grupo escogió del repertorio de otro: el granadino escribió la letra a conciencia para los Dalton. Dejemos que Jordi Vadell, escritor del imprescindible “En cada lamento que se hace canción: una interpretación de las letras de José Ignacio Lapido” (Comares, 2008) nos dé su opinión sobre el tema: “Los Hermanos Dalton siempre fueron –siguen siendo– grandes seguidores de 091. Cuando los granadinos se separaron, José Ignacio Lapido les envió dos temas compuestos en la época de los Cero, sin letra, para que los gaditanos la incluyeran. Los Dalton creyeron que nadie lo podría hacer mejor que el propio Lapido, así que le pidieron que la escribiera él. De ahí salió un tema que Los Hermanos Dalton supieron llevar muy bien a su terreno, aunque la huella lapidiana está presente en todo el tema, incluso en la letra: la imposibilidad de conseguir un ideal y el consecuente choque con una realidad que se aleja de las expectativas de alguien que vive en un mundo irreal y onírico”.

Efectivamente, Vadell nos pone tras la pista. El tema surge de una música que Lapido había descartado para los 091 y una letra compuesta para la ocasión. “Creo recordar que se grabó en las maquetas preparativas de «El baile de la desesperación” del año 91”, explica Lapido a Efe Eme. “La razón de que no se incluyera en ese disco no la recuerdo, pero me atrevo a decir que fue porque no le hice letra. Pasó con muchos otros temas. Siempre me ha sido más fácil componer la música que la letra, y ha habido canciones que finalmente no se han podido incluir en discos porque no he encontrado las palabras adecuadas y se han quedado inconclusas. Canciones nonatas, como San Ramón”. Entonces ¿por qué ponerle letra en aquel momento para que la interpretaran otros y no él mismo? Vuelve a sacarnos de dudas el maestro: “Cuando los Cero pasamos a mejor vida, en el 96, estuve un par de años sopesando qué hacer con mi vida profesional. Dudaba entre formar una nueva banda, dedicarme a la composición para otros o lanzarme a cantar mis propias composiciones. Mientras intentaba despejar mis dudas existenciales le di un repaso a las cintas de casete que tenía guardadas con grabaciones de maquetas caseras y del extinto grupo. En una de esas cintas encontré esta canción. Estaba grabada en un cuatro pistas, en la cueva donde ensayábamos los Cero. Estaba cantada en el idioma en el que siempre sacábamos las canciones, una mezcla fonética parecida al inglés que nosotros llamábamos “zinglés”. Estaba con todos los arreglos musicales pero sin letra en castellano. En ese momento me pareció una buena idea ofrecérsela a alguien que pudiera hacer justicia con ella, que no es lo mismo que ajusticiarla. Creo que los Cero habíamos compartido escenario con los jóvenes Dalton en una ocasión. Eran un grupo que sabía hacer canciones y que las interpretaba con la rabia necesaria. Pensé que ellos eran los que mejor podían darle vida a ese proyecto inacabado. Los llamé y se lo propuse. La verdad es que fue una proposición un poco chunga: «Te ofrezco una canción ¡sin letra!”. Menos mal que ellos son excepcionales músicos y mejores personas y acertaron a entrever las posibilidades que tenía el tema. Cuando me dieron el ok, me puse manos a la obra y escribí la letra. No hay nada como trabajar con la navaja en el cuello. La grabaron y me encantó la energía que le imprimieron. Más tarde fueron tan amables como para invitarme a tocarla con ellos en la sala Sol para la grabación de su disco en directo”.

Los Hermanos Dalton, por su parte, recordaban brevemente cómo fue la cosa en una entrevista para El Giradiscos en 2011. “Fue especial. Nos alegramos de que por fin se le reconozca su trabajo y su obra. Para nosotros fue muy grande que nos ofreciera una canción que estaba destinada para 091 y que nunca salió”.

‘Espejos que no devuelven las miradas’ no solo aparece como cierre de “Crash”. En 1999, DRO publicó un single que completan tres temas en directo y una versión del ‘Many rivers to cross’ de Jimmy Cliff. Antes, ese mismo año, el 19 de mayo, Lapido se sube a tocar la canción con Los Hermanos Dalton en su concierto en Sevilla, algo que repetirán en su posterior fecha en Madrid. Esta última actuación será grabada y dará forma a “Una noche más”, el disco en directo que el grupo publicará un año después con versiones de ‘Blitzkrieg bop’ de los Ramones o ‘After the gold rush’ de Neil Young. Por supuesto, el álbum incluye la versión del tema que compuso Lapido, y el autor, a día de hoy, sigue satisfecho de la interpretación de la banda gaditana: “Hay canciones que envejecen mal y otras que ganan con el paso del tiempo. Esta ha envejecido mucho mejor que el autor. La interpretación de Los Dalton ha ayudado mucho para que la canción goce de buena salud”.

Anterior entrega de Canciones cruzadas: ‘Callejones’, de Ramoncín para Rosendo.

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