Bunbury: Cruzando caminos

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«California es un cruce de caminos que conjuga unas cuantas de mis pasiones. Está siendo inspirador y, para un músico, considero, que es importante la búsqueda, el viaje y rodearse de un entorno que favorezca la creación»

 

Enrique Bunbury sigue rodando en directo su «Licenciado Cantinas» en una gira que le llevará hasta septiembre por Colombia, Ecuador, Chile, Argentina, Uruguay, España y México. En algún lugar del viaje, se toma tiempo para responder a las preguntas de Juanjo Ordás.

 

Texto: JUANJO ORDÁS.
Fotos: JOSEGIRL.

 

Hace más o menos un año, Enrique Bunbury me comentaba que para él era muy importante que “Licenciado Cantinas” se percibiera como un trabajo propio. Que al margen de su concepto de disco de covers de folk latino, el público entendiera que se trataba de un álbum en el que había puesto tanto esfuerzo como en cualquiera de sus obras anteriores. Para ello era fundamental que el disco fuera respaldado por una gira extensa que demostrara que estaba dispuesto a dejarse la piel una vez más sobre las tablas. Y así fue. Bunbury volvió a recorrer mundo. EE.UU., España y Sudamérica forman ya parte del itinerario pasado, con una nueva ronda española y gira mexicana a corto plazo.

 

Bueno, no me cabe la menor duda de que cuando me dijiste que ibas a respaldar “Licenciado Cantinas” con una gira larga no estabas de broma. Por si a alguien le quedaba alguna duda de que, pese a ser un disco de versiones, lo sientes como un disco tuyo más.
Es cierto que circula la mentira aprendida de que un disco de versiones es un disco menor. Ese concepto parte de considerar al músico en cuestión, principalmente, como compositor. En mi caso, sinceramente, lo agradezco mucho, pero me considero tan compositor como productor o intérprete. Hay discos míos que no produje y con los que mantengo una cierta distancia y, en este caso, aunque no escribí el material, la estrecha relación y larga implicación en el proyecto, me hacen verlo de manera muy personal.

 

Por cierto, ¿qué tal ha funcionado a nivel de ventas?
No te sé responder a esa pregunta, porque no tengo datos al respecto. Nunca pregunto por cifras de ventas hasta que no termina el proyecto. Hasta entonces es un poco ridículo y puede confundirte y llevarte a maltratarlo con decisiones equivocadas y precipitadas. Falta mucho para cerrar el ciclo, por lo menos, hasta diciembre de 2012.

 

Una vez más, la gira comenzó en Estados Unidos en un cartel compartido con Zoé. Aunque fueron muy pocas fechas.  
Fueron diez conciertos. En Estados Unidos suelo hacer esa cantidad de shows, cada vez que edito un álbum, no más. Con «Las consecuencias» hice una larga gira de veinticinco shows en autobús, y fue una excepción. Es posible que más adelante volvamos con “Licenciado Cantinas” a girar por USA, de manera más profunda, pero si no lo hiciéramos, me sentiría satisfecho. A día de hoy, me cuesta mucho hacer planes más allá de seis meses vista. Prefiero ir poco a poco y disfrutar del presente y no comprometer el futuro. ¡La improvisación y el jazz entraron en mi vida!

 

¿Cómo sientes ahora mismo la experiencia norteamericana? Me refiero a que no sé si deberíamos seguir hablando de experiencia, que casi suena a algo temporal cuando realmente vives allí.
Intento compaginar mis estancias aquí y allá. Por las características de mis giras y el proyecto de grabación y composición en el que estoy embarcado, cara a mi próximo disco, es bueno que pase tiempo en California. Es un cruce de caminos que conjuga unas cuantas de mis pasiones. Está siendo inspirador y, para un músico, considero, que es importante la búsqueda, el viaje y rodearse de un entorno que favorezca la creación.

 

Cuando la gira de “Licenciado Cantinas” llegó a España a comienzos de este año, lo hizo aterrizando en grandes recintos. Tengo entendido que registraste una muy buena entrada en todos. Una hazaña. En España los conciertos se están comenzando a deshincharse a lo bestia.
Sí, fueron bastante bien. No me puedo quejar. Hicimos doce shows, ahora haremos otros cuatro y no descarto cerrar en España, de nuevo. Intento cuidar España lo máximo posible, siendo que el desinfle es un hecho. No solo hay que reinventar la forma de comunicar y transmitir la música, sino que debemos empezar a ponernos manos a la obra para reinventar el país, porque tal y como existe ahora mismo, no tiene ni futuro, ni sentido.

 

Últimamente tu tempo de gira es tranquilo. No es tan histérico como antes. Te tomas tu tiempo antes de saltar a otro continente, espacias los conciertos. Supongo que esto es fruto de muchas circunstancias y muy distintas entre sí, como tu vida familiar, el clima económico, el comportamiento del negocio…
Solo tiene que ver con mis circunstancias familiares. Viajo como en una caravana de gitanos, así que intento organizar las salidas en bloques de un mes máximo y volver a algún lugar, a llevar un poco de vida tranquila, lejos de aviones, aeropuertos y carreteras. Mi hija lleva bien el trajín, pero tampoco es cuestión de abusar.

 

En este tour tus canciones más recientes, las pertenecientes a tu resurgir de “Hellville de luxe” en adelante, ocupan un setenta por ciento del repertorio. Sin duda eso es un éxito. Pocos artistas de una carrera larga pueden hacer eso y que el público les aplauda. Me imagino que, si lo piensas, es algo que te debe emocionar.
Creo que debemos hacer un esfuerzo para que el público nos acompañe en el viaje. No me gusta generalizar, pero todos somos conscientes de que una gran parte de la audiencia que acude a un show, prefiere escuchar el pasado al presente, a no ser que conviertas el presente en pasado glorioso. Ese es mi trabajo, conseguir que ‘De todo el mundo’, ‘El hombre delgado…’, ‘Porque las cosas cambian’, ‘Los habitantes’, ‘El tiempo de las cerezas’… se conviertan en clásicos de mi repertorio. Y creo que lo estoy consiguiendo. Siempre me pasó lo mismo, y si no hubiera hecho este esfuerzo, en mis conciertos todavía sonarían canciones de Héroes del Silencio. Ahora, poco a poco, voy retirando el material de “Radical sonora”, “Pequeño” y “Flamingos”. ¡Y sé que hay parte del público que se quejará!

 

¿Crees que esto tiene que ver con que desde el principio de tu carrera solista te has enfrentado a tus seguidores? Vamos, que les has enseñado el látigo y han acabado teniendo fe.
No es un látigo lo que enseño, sino a un tipo en búsqueda y en activo. No soy una jukebox, ni un ejercicio nostálgico. Lo siento.

 

«Algunos se quejan de que trato peor a España que a otros países. Es una crítica injusta y, sobre todo, falsa. Es en España donde más conciertos realizamos, seguido de México, Estados Unidos y Colombia»

 

Bueno, metiéndonos en el tour. Salvo por el repertorio, no veo gran diferencia respecto a la gira de “Las consecuencias” en cuanto a sonido. Es como si te hubieras metido en tu «neverending tour» particular, todo parece formar parte de un continuum.
Discrepo. Para mí hay una diferencia básica. El ritmo. Quino Béjar, nuevo miembro de los Santos Inocentes, imprime carácter a los temas. Además, quise escoger un porcentaje importante de material rítmicamente alejado de los patrones cuadrados del rock sajón y acercarme a lo polirítmico, a lo latino y lo africano. Del “Gran Rex”, a la grabación que hemos realizado para el box-set “De cantina en cantina”, hay un importante salto.

 

¡Yo también discrepo! Ese acercamiento polirítmico existe y se ejecuta de maravilla pero solo ocurre en parte del set mientras otros elementos se mantienen. Canciones como ‘Bujías para el dolor’, ‘Los habitantes’, ‘El extranjero’ o ‘Sí’ son encarnaciones muy similares a las de ‘Gran Rex’.
En ‘Bujías para el dolor’, abrimos la canción y dejamos una parte central, abierta, en la que el solo de Jordi [Mena] se encuentra por momentos con el ritmo afro-latino de Quino [Béjar]. Y, acepto lo balcánico de ‘El extranjero’ y el cabaret de ‘Sí’, como géneros lo suficientemente alejados del rock ortodoxo como para ser bienvenidos en esta gira. En cuanto a ‘Los habitantes’, tienes razón, y es una isla dentro del set. Y aparece solamente por pertenecer a un álbum reciente: “Las consecuencias”.

 

Como viene siendo habitual, has remodelado algunas canciones. Concretamente ‘La señorita hermafrodita’ y ‘El tiempo de las cerezas’.
Efectivamente. Además revisamos algunas de las canciones antiguas para darles esa nueva vida más Nueva Orleans y «crossroads». También lo hicimos con ‘San Cosme y San Damián’, ‘Todos lo haremos mejor en el futuro’… Incluso canciones de entre los hits, tienen arreglos y sutiles diferencias, como en ‘Infinito’, ‘El hombre delgado…’, ‘Sácame de aquí’…

 

Esas nuevas versiones eran muy interesantes. ¿No te da lástima que se pierdan para siempre una vez finalice la gira, que no sean enlatadas para la posteridad?
No.

 

Es una obviedad que en esta gira se mezclan las versiones de “Licenciado Cantinas” con tus temas propios, ¿cómo vives esa mezcolanza?
Para mí no hay diferencia. Toco canciones de mi discografía. Principalmente, como bien dices, de los últimos seis o siete años.

 

A finales de mayo actuaste en el Wirikuta Fest, en México, y empezaste tu concierto con ‘El cielo está dentro de mí’. Habitualmente interpretas esa versión de Atahualpa Yupanqui hacia el final del show y te requiere una concentración brutal. ¿Cómo es que te apeteció abrir fuego con ella?
Abrí con un «speech» sobre lo que nos reunió allí. Era un concierto benéfico y quería dejar claro que, aunque provenga de otro país, mi implicación en el festival y la causa, era sincera y honesta. Así que, después del texto, no quería pasar a otra cosa como si el repertorio que iba a interpretar fuera: fiesta y ya… ‘El cielo está dentro de mí’ es una canción que entenderían perfectamente los huicholes.

 

¿Hay alguna canción de “Licenciado Cantinas” que te haya sorprendido al tocarla en vivo?
‘El cielo está dentro de mí’. Crea una tensión y silencio emocionantísimo. En Buenos Aires fue alucinante cantarla en el Estadio Ferro. Ese momento lo recordaré hasta que me llegue el Alzheimer.

 

Canciones como ‘El día de mi suerte’ y ‘El solitario’ parecen fabricadas para el directo.
Me encanta cantar ‘El día de mi suerte’. Rítmicamente es jodido seguir a Héctor Lavoe. Es un ejercicio que recomiendo a cualquier cantante. Es tan buen fraseador como Sinatra, Dylan o Calamaro. Y ‘El solitario’ es fantástica. Quisimos reconvertirla en una cumbia mántrica que funciona muy bien en directo.

 

En realidad, es que la música popular es música de directo per se.
Toda la buena música es mejor en directo.

 

En verano tienes nuevas fechas en España. Según está el panorama, me imagino que uno tiene que tener mucho cuidado en no sobreexplotar mercados, ¿no?
No se trata de cuidar la sobreexplotación, sino de diversificar el trabajo y la energía. En realidad, llevamos sesenta conciertos confirmados en esta gira, y seguramente habrá algunos más. Me parecen más que suficientes para darle vida y continuidad a “Licenciado Cantinas”. Algunos se quejan de que trato peor a España que a otros países. Es una crítica injusta y, sobre todo, falsa. Es en España donde más conciertos realizamos, seguido de México, Estados Unidos y Colombia. Son muchos los países que visitaremos en esta gira y es muy difícil ser ecuánime. Me gustaría tocar más en Argentina y haber visitado en esta ocasión Nicaragua, y Panamá, y Venezuela, y Bolivia…

 

Y en septiembre gira mexicana. Nunca dejas México de lado pero parece que esta vez hay aún mayor expectación respecto al tour azteca.
México es un país alucinante. Maravilloso. Me siento afortunado pudiendo girar habitualmente y con continuidad. En esta ocasión retrasamos la gira porque teníamos el compromiso con Wirikuta y con el Vive Latino. Son dos conciertos en el Foro Sol, para una media de sesenta-setenta mil personas cada uno. Teníamos que separar estos eventos de lo que era la gira propiamente dicha, y que quedara claro que los shows mexicanos iban a tener sus características propias.

 

Los compradores de las entradas para esos conciertos mexicanos tienen la oportunidad de comprar también la edición de lujo de “Licenciado Cantinas”, que incluye, entre otras cosas, el disco en su versión en directo que has citado antes.
Sí, también saldrá en España y, ojalá en USA. Al coincidir con la gira Mexicana se ha llegado a un acuerdo con la tiquetera para que se pueda hacer una preventa antes de que llegue a las tiendas. El box-set, tiene dos cedés, un deuvedé y un par de caballitos de tequila, o de agua con gas, depende de lo que bebas. Uno de los cedés es el ya conocido, el otro son canciones en directo y en pruebas de sonido en conciertos de la gira, y el deuvedé, todo el material audivisual rodado hasta ahora, incluyendo dos vídeos que todavía no se han mostrado al público y algunas sorpresas con algo de humor surrealista y andaluz.

Para conocer las fechas de la gira de Bunbury, entra en su web.

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