Bob Dylan: Sus diez colaboraciones más insólitas

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Protagonista de las historias más rocambolescas, el de Minnesota tampoco escatima en unirse a los nombres más extraños que uno pueda imaginarse. Del punk latino de The Plugz al rap de Wyclef Jean, Xavier Valiño recoge los diez dúos más peculiares de su carrera.

 

Selección y texto: XAVIER VALIÑO.

 

Tiene sus propios ritmos y sus propias reglas. Habita en un universo paralelo al que solo unos elegidos a los que él reclama personalmente tienen acceso. En contadas ocasiones, sin embargo, ha dejado su exclusivo mundo y se ha acercado a otros músicos. Aquí recogemos diez de los más insospechados compañeros de viaje de Bob Dylan (y, como alternativa, sus diez dúos –y trabajos en equipo– más celebrados). Si acaso alguien podía haber intuido su aproximación a alguno de ellos (como es el caso de Van Morrison), seguramente nunca hubiera imaginado las situaciones cuando menos sorprendentes en las que coincidieron.

 

1. Harry Belafonte: ‘Midnight special’ (1962)

Joven, con veinte años y recién contratado por Columbia, antes de grabar su primer disco Dylan trabajó como músico de sesión. Lo hizo en un álbum del denominado ‘rey del calypso’, Harry Belafonte. La canción que daba título al disco “Midnight special” (RCA, 1962), un blues tradicional, cuenta con la primera grabación de Dylan en un estudio tocando la armónica, registrada en junio de 1961. Como esos secundarios que roban planos a los actores principales en el cine, el instrumento de Dylan se adueña de la canción de principio a fin. Sí, tenía hambre de hacerse notar desde su primera aparición en el mundo de la música.

Alternativa: Bob Dylan con Pete Seeger: ‘Playboys and playgirls’ (“Newport broadside”, 1963)

2. The Plugz: ‘Don’t start me talkin’’ (1984)

The Plugz fue, junto a The Zeros, el grupo que mejor representó el punk latino de Los Ángeles. La mayoría de los mortales no había oído hablar de la banda hasta que Dylan se presentó con ellos el 22 de marzo de 1984 en el programa televisivo de David Letterman para hacer dos de sus canciones (‘Jokerman’ y ‘Licence to kill’), además del clásico blues ‘Don’t start me talking’ de Sonny Boy Williamson. Las tres canciones aparecieron poco después en un single limitado de 300 copias y origen dudoso. Mientras interpretaban ‘Jokerman’ se pudo ver a Dylan buscando su armónica y arengando a la banda para que siguiera tocando. Toda una actuación errática y confusa pero llena de energía. Ensayaron otros dos temas, ‘Treat her right’ y ‘I once knew a man’, pero nunca volvieron a coincidir. Por cierto, el grupo, formado en 1977, se deshizo en 1984, justo después de colaborar con Dylan. Sí, hay cosas que marcan definitivamente, para bien y para mal.

Alternativa: Bob Dylan con Johnny Cash: ‘Girl from the North Country’(“Nashville skyline”, 1969)

3. USA for Africa: ‘We are the world’ (1985)

¿Le ganaron a Dylan sus ansias de contribuir a paliar el hambre en África? ¿Las ganas de compartir pantalla con Lionel Ritchie, Latoya Jackson, Cindy Lauper, Harry Belafonte (de nuevo) y otros? Eso o que los 80 no le sentaron tampoco especialmente bien a Dylan, teniendo en cuenta que esos fueron los años de sus colaboraciones más erráticas si lo llevamos hasta 1991, justo con la irrupción del grunge y las guitarras eléctricas recobrando el protagonismo.

Alternativa: Bob Dylan con Dough Sahm: ‘Wallflower’ (“Dough Sahm & band”, 1973)

4. Kurtis Blow: ‘Street rock’ (1986)

Nadie ha explicado cómo conoció Dylan a uno de los pioneros del rap, Kurtis Blow, quien ya había tenido un éxito en 1980 con el single ‘The breaks’. El caso es que Dylan confiesa en su libro “Crónicas” que, mientras colaboraban en esta grabación, Blow le descubrió a Ice-T, Public Enemy, N.W.A. o Run-D.M.C., “poetas que sabían lo que estaba pasando”, según sus palabras. En ‘Street rock’ Dylan intenta meter la mayor cantidad de palabras posibles en los primeros diez segundos de la canción y, también, del álbum “Kingdom blow”, algo que había hecho mucho mejor en ‘Subterranean homesick blues’ (canción que, por otra parte, algunos consideran un precedente claro del rap).

Alternativa: Bob Dylan con Bette Midler: ‘Buckets of rain’ (“Songs from the New Depression”, 1976)

5. Harry Dean Stanton y Peter Himmelman: ‘Hava Nagila’ (1989)

El 24 de septiembre de 1989, en otra de esas inquietantes apariciones en televisión, Dylan compareció con su yerno Peter Himmelman y el actor Harry Dean Stanton (con quien ya había grabado años antes varias canciones nunca publicadas) en un maratón televisado. Celebraban el vigésimo quinto aniversario de Chabad, una organización judía. Dylan-Zimmerman, encontrándose con sus orígenes judíos, contribuyó tocando la armónica, tras amenazar en un principio con hacer lo propio con la flauta. Aunque no esboza ni un atisbo de sonrisa, cabe la duda de si no estaría partiéndose de la risa por dentro.

Alternativa: Bob Dylan con Eric Clapton: ‘Sign language’ (“No reasons to cry”, 1976)

6. Van Morrison: ‘Foreign window’ (1991)

En los 60, Van Morrison grabó ya una versión de Bob Dylan, ‘It’s all over now, baby blue’, con su grupo Them. Hasta 1976, en la grabación de “El último vals”, no compartieron escenario. Su siguiente encuentro fue bastante más especial: durante la gira de 1989, Bob Dylan recaló un par de días en Grecia. En un día de descanso, junto a Morrison (y con la única compañía de dos cámaras de la BBC) tocó cuatro canciones para el documental de la BBC “Arena: One irish rover – Van Morrison in performances”. Empezaron con ‘Crazy love’ y ‘And it stoned me’ y terminaron con ‘One irish rover’; entre medias, llegó el momento estelar, una versión del tema olvidado de Morrison de 1986 ‘Foreign window’, con Dylan tocando –de nuevo– la armónica. No eligieron cualquier lugar para su extraño entente: lo más alto de la Colina Filopapo en Atenas, también conocida como la Colina de las Musas. Nada más apropiado.

Alternativa: Bob Dylan con Traveling Wilburys (George Harrison, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lynne): ‘Handle with care’ (“Traveling wilburys”, 1988)

7. Michael Bolton: ‘Steel bars’ (1989)

Cuando se publicó “Time, love and tenderness”, el disco de 1991 de Michael Bolton, uno de los máximos exponentes del soft-rock y la balada romántica norteamericana, a muchos les sorprendió encontrar que su último corte venía firmado por Bob Dylan. Se podía haber pensado que Bolton había llamado al de Minnesota para dotar a su carrera de cierta reputación y credibilidad pero, según su versión (Dylan no ha contado nada) no fue así en absoluto: “Alguien que trabaja con Dylan me llamó y me dijo: “A Bob Dylan le gustaría componer algo contigo”. Estaba alucinado. Le dije que no sabía ni cómo me podría poner a escribir una letra con él… Iba a estar demasiado intimidado. Pero luego vino, empezamos a tocar algunos acordes y escribimos ‘Steel bars’, una canción sobre la obsesión. Nos llevó dos sesiones acabarla y, cuando me fui, me dijeron: “A Bob le gustas y quiere repetir”. Por supuesto, nunca lo ha vuelto a ver. Lo raro es que hubiese existido esa primera vez.

Alternativa: Bob Dylan con Willie Nelson: ‘Heartland’ (“Across the borderline”, 1992)

8. Dave Stewart: ‘Blood in my eyes’ (1993)

Según ha declarado Dave Stewart, componente de Eurythmics (por parte de Dylan tampoco se ha sabido nada del tema), “en 1984 yo estaba en un estudio en Los Ángeles, grabando y produciendo, cuando la chica de recepción entró en el estudio y me dijo: “Tengo a Bob Dylan en el teléfono preguntando por ti”. Pensé que era un amigo bromeando, imitando su voz, porque aunque nunca me había encontrado con Dylan, yo era un gran fan. Por eso estuve a punto de decir: “Deja ya la broma”, pero cuando habló me di cuenta de que se trataba realmente de Bob, nadie puede copiar una voz así. Me preguntó si podíamos vernos, lo cual hicimos, y prácticamente al día siguiente rodamos un par de vídeos. Luego vino a Londres y empezamos a grabar con cámaras de vídeos como dos amigos, simplemente experimentando sin ninguna intención. Luego resulta que esas imágenes acabaron siendo el video de ‘Blood in my eyes’, rodado en 8 milímetros y en blanco y negro. Dylan llevaba ese día un sombrero de copa y yo fui quien lo rodó”.

Si ya resulta todo un acontecimiento que Dylan te llame para colaborar, lo que Stewart no contó fue cómo Dylan llegó hasta su estudio londinense. Aunque le había hablado de su estudio de grabación en una antigua iglesia en Crouch End y le invitó a conocerla si pasaba por Londres, Stewart creyó que nunca vería tal cosa. Un buen día, Dylan quiso aprovechar la oportunidad, pero las indicaciones que recordaba eran un tanto vagas. Se pasó por aquel barrio y encontró una antigua iglesia. Nadie le respondió, así que llamó a la puerta de al lado. “¿Está Dave por aquí?” La señora de la casa lo invitó a pasar y le dijo que Dave había salido, pero que volvería a la hora de la comida. Cuando Dave, un fontanero, regresó a casa, su mujer ya empezaba a ser consciente de quién era aquel tipo que llevaba unas horas sentado en la cocina. “Que no te entre el pánico querido, pero creo que Bob Dylan está en la cocina”, le dijo a su marido. Después de unos minutos de confusión, el incrédulo fontanero y su mujer condujeron a Dylan hasta el estudio del Dave músico que andaba buscando. Y, poco después, ya estaban componiendo una canción a medias, ‘Worth the waiting for’, y filmando con las cámaras lo que acabaría siendo el video mencionado.

Alternativa: Bob Dylan con Ralph Stanley: ‘The Lonesome River’ (“Clinch Mountain Country”, 1997)

9. Wyclef Jean: ‘Gone till november’ (1998)

En una de sus canciones, ‘Gone till november’, el rapero Wyclef Jean compuso una línea que decía así: “Estoy llamando a las puertas del cielo, como Bob Dylan”, una mención clara a la canción de este último ‘Knockin’ on heaven’s door’. Al ex-Fugees se le ocurrió de repente que podía contar con el homenajeado en el vídeo. “Se me pasó por la cabeza pero luego me dije que era imposible, que él nunca aparece en los vídeos de nadie. Aun así me empeñé en tenerlo en el vídeo. Fue el pináculo de mi carrera”. Filmado en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el 20 de noviembre de 1997, Dylan solo aparece trece segundos a partir del minuto 2:27, con cara de no saber muy bien qué hace allí al lado de Jean. Sin embargo, este lo tenía claro: “Lo que Dylan aportó al video es la continuidad lírica en la música, la idea de que no todo es negocio. Él representa la defensa de algo y el manifestarse por los derechos de las personas”. Sí, de verdad, eso fue lo que Wycleaf Jean vio.

Alternativa: Bob Dylan con Joan Osborne: ‘Chimes of freedom’ (Banda sonora de “The 60’s”, 1999)

10. Gene Simmons: ‘Waiting for the morning light’

Gene Simmons, el insaciable y lenguaraz vocalista y bajista de Kiss, tenía una canción que había empezado a componer diez años atrás. A la hora de preparar su segundo disco en solitario, pensó en que Dylan podía ayudarle a acabarla, así que, ni corto ni perezoso, se puso en contacto con él, sin más. Así de fácil. “Un buen día llamé por sorpresa a Bob Dylan. Le dije: “Hola Bob, soy Gene Simmons. ¿Quieres componer una canción conmigo?” Y me sorprendió su respuesta: “Por supuesto, hagámoslo”. Así que nos reunimos en mi casa y en una sola tarde Bob tocó unos acordes y yo canté una melodía por encima y… ¡bingo! Acabamos la canción”. Por cierto, el disco en el que apareció se titulaba “Asshole” (gilipollas).

Alternativa: Bob Dylan con Mavis Staples: ‘Gonna change my way of thinking’ (“Gotta serve somebody, The Gospel Songs of Bob Dylan”, 2003)

BONUS TRACK

‘Victoria’s Secret’ (2007)

Si algo no se le puede achacar a Dylan es no ser consecuente con sus palabras. En 1965 reconoció que si algún día hacía un anuncio sería de lencería femenina. Tardó 42 años, pero cumplió su palabra con Victoria’s Secret. Mejor obviamos los comentarios.

Alternativa: ‘When the deal goes down’ (con Scarlett Johansson de protagonista).

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