Anjani Thomas, la cantante que conquistó a Leonard Cohen

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«Tanto Leonard como yo estamos comprometidos con las canciones pero sin estar atados a ellas. Él me enseñó a editar y a descartar sin miedo. ¿Y qué si tardas siete, veinte o treinta años en conseguir expresar exactamente lo que quieres?»

 

Hace siete años Anjani Thomas (1959) sorprendió a todos con la edición de “Blue alert”, un disco hermoso que fluye por distintos géneros próximos al jazz y que contó con Leonard Cohen como letrista principal. Este año la cantante regresará con “I came to love”, un disco que promete seguir la estela de su predecesor y en el que cada canción ha germinado a su ritmo.

 

 

Texto: ALFONSO CARDENAL.

 

 

Tras aquella magnifica perla musical de 2006, que venía recomendada por el propio Cohen, Anjani despareció del radar de los medios de comunicación para refugiarse en la pintura y para preparar su siguiente disco. “No era mi intención tardar tanto, pero las cosas han salido así y yo he aprendido a no discutir con el reloj del Universo. He escrito y grabado muchas canciones desde “Blue alert”. Todas son preciosas para mí, incluso las canciones que he descartado”, justifica la artista a EFE EME.

Ahora, la cantante hawaiana, ha terminado su cuarto álbum desde 2000. “El disco se llama ‘I came to love’. Estará disponible en primavera en formato digital. Ha habido tal cambio en la industria musical en los últimos años que hoy en día se necesita una demanda significativa para justificar un formato físico. La mayoría de la gente que escucha mi música la prefiere así”. La música de Anjani es delicada y preciosista, cuidada hasta el más mínimo detalle. Algo muy propio de la escuela Cohen, muy dado a trabajar semanas en un verso, en una palabra. “Tanto Leonard como yo estamos comprometidos con las canciones pero sin estar atados a ellas. Él me enseñó a editar y a descartar sin miedo. ¿Y qué si tardas siete, veinte o treinta años en conseguir expresar exactamente lo que quieres? A veces tienes suerte y Dios dice ‘Aquí tienes’ y aparece todo enfrente de ti pero eso es raro y no me importa esperar a que las gemas suban a la superficie. Merece la pena esperar a la verdad”, nos explica Anjani, que está envuelta en la elección de la portada y en decidir quién distribuirá su disco fuera de los EEUU.

Volver a grabar se le ha resistido a la vocalista, que ha pasado unos años al refugio de la pintura y que a su regreso a la música ha tenido que hacer frente al proceso creativo. “Descartar canciones ha sido lo más difícil, ha habido que darles tiempo y ver que el disco estaba creciendo en otra dirección. Algunas veces me he perdido y he odiado lo que escuchaba y he tenido que volver atrás en alguna canción para editarlas de tal modo que volviesen a conectar conmigo y todo eso me ha llevado mucho más tiempo. Al final me quedé con las canciones que seguían teniendo poder, las que me veía cantando por más tiempo”.  Para su nuevo disco, ha vuelto a acudir a su compañero. “Hay algunos poemas de Leonard que he convertido en música, además he escrito letras y he colaborado con dos compositores más”, explica la artista.

Anjani conoció a Leonard Cohen hace casi treinta años y desde entonces han mantenido una relación especial. “Nos conocimos en 1984 a través de John Lissauer, amigo mío que estaba produciendo a Cohen. Me contrataron para hacer los coros vocales en la grabación de ‘Hallelujah’ y luego trabajé cantando y tocando el teclado en toda la gira de aquel disco que era ‘Various Positions'».  La amistad entre ambos artistas quedó sellada desde entonces y aunque Anjani no ha frecuentado los escenarios del canadiense sí que ha mantenido cerca al poeta a la hora de escribir y componer, un colaborador de lujo que dota a su trabajo de una mayor profundidad lírica.

«Durante el tiempo que estuve grabando, Leonard estaba en la carretera y tuve que navegar sola. Le mandaba ideas y él me devolvía pistas. Estuvo tan involucrado como pudo»

 

“Blue alert” marcó el camino musical a Anjani y todavía ha tenido peso en la elaboración de este nuevo trabajo. “Leonard escribió las letras de aquel disco y yo la música. Fue un disco muy colaborativo porque él tenía una idea clara sobre lo que me llevó a hacer ese disco. Por ello cogió algunas canciones a la primera, aunque otras llevaron muchas tomas para hacerlas bien. Cuando quedó perfecto los dos lo sentimos en nuestros huesos. Una de las canciones que no entró en aquel disco estará en el nuevo. Se titula ‘Standing on the stairs’ y esa una canción que ha viajado mucho. Nació como una canción de inspiración country, luego se tiñó de folk y finalmente la descarté por completo. Dos años después conocí a Jerry Marotta, el productor de este disco, y fue una de las primeras canciones que grabamos. Durante el tiempo que estuve grabando, Leonard estaba en la carretera y tuve que navegar sola. Le mandaba ideas y él me devolvía pistas. Estuvo tan involucrado como pudo”, confiesa la cantante.

Anjani no ha estado quieta los años que han trascurrido entre ambos discos, ha estado envuelta en varios proyectos, pero sobre todo en “vivir”. “Hay muchos asuntos de interés en estos días a nivel social, político o medioambiental. He sido fiel al viaje interior, creciendo y cambiando como artista, como mujer y como ciudadano del mundo porque el arte es algo misterioso e interno que a veces necesita descansar, recargarse, escuchar y recibir inspiración de formas distintas”.

La cantante, como el poeta canadiense, rebosa intensidad y reflexión en sus palabras, es una de esas personas cuyo discurso hipnotiza, cuyas palabras parecen sonar en otra dimensión donde las ideas están más masticadas y todo suena menos vano, menos vulgar. Explicar el proceso creativo que lleva a un artista a crear una obra es siempre un terreno farragoso. Anjani lo hace a su manera. “Antes de volver al estudio pasé unos años pintando y me enamoré de la experiencia táctil de trabajar con colores y lonas. Me aproximé a la pintura del mismo modo que a la música. Cuando estoy creando algo puedo estar semanas sin ver a nadie. Pero por dentro estoy explorando, escuchando, viendo el cielo cambiar de color y sintiendo cómo las hojas se dan la vuelta por el viento antes de que empiece a llover mientras me dicen que están sedientas y los pájaros me hablan de sus vidas. Mucha actividad sucede en ese tiempo silencioso. Después vuelvo a la tela y pinto diez o doce horas hasta que termino la pieza. Al día siguiente, a la semana siguiente, vuelvo a mirar esa pintura y si la conversación ha terminado me siento feliz, si la siento incompleta puede que vuelva a pintar una nueva escena. Funciono de ese modo, también en la música”, explica Anjani a pecho descubierto. En unas semanas volverá el sol, el calor, con él lo hará el nuevo disco de la cantante hawaiana, un trabajo macerado que ha nacido sin prisas, a su ritmo, con los principios de la escuela Cohen.

 

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