Amparanoia ahora es Amparo Sánchez

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«Decido cambiar el nombre porque la gente relaciona Amparanoia con un tipo de propuesta alegre y bailable, y con Amparo Sánchez el planteamiento es otro y pensé que era sincero por mi parte cerrar esa etapa y empezar esta»

Amparanoia ya no es Amparanoia. Su nuevo disco, «Tucson-Habana», viene firmado como Amparo Sánchez. Una manera de dejar constancia del comienzo de una nueva etapa, que Amparo, en esta entrevista, define como menos festiva y en cuyo estreno ha contado con el apoyo de Calexico.


Texto: JUAN PUCHADES.
Foto: SERGIO RODRÍGUEZ.


Detrás de «Tucson-Habana» (Pias) están Joey Burns y John Convertino, las dos cabezas visibles del grupo Calexico. Y hasta la ciudad de éstos, Tucson, para grabar con sus amigos, se fue Amparo Sánchez con la intención de dejar atrás su pasado como Amparanoia y abrir un nuevo capítulo en su carrera artística. Luego, para rematar el disco, todos viajaron hasta La Habana para grabar en los míticos estudios Egrem. Allí, incluso Omara Portuondo se sumó al viaje sumando su voz a uno de los cortes del disco. Estamos ante una nueva Amparo Sánchez.

Todos pensábamos que Amparanoia eras tú, que aquel era un proyecto que dirigías tú en solitario, ¿por qué el actual cambio de nombre?
Sí, era mi proyecto, pero siempre rodeada de un equipo de gente, como lo estoy ahora, con músicos que colaboraron en esa fusión que proponía. Pero sí, fue un proyecto que pensé yo, que un día lo hice nacer y que un día pensé que esa propuesta musical por mi parte estaba ya satisfecha y que quería empezar de nuevo, buscando mi estilo, y con otras canciones. Y decido cambiar el nombre porque la gente relaciona Amparanoia con un tipo de propuesta alegre y bailable, y con Amparo Sánchez el planteamiento es otro y pensé que era sincero por mi parte cerrar esa etapa y empezar esta.

¿Y cómo te planteas este nuevo proyecto, cuáles son las líneas generales que lo van a definir?
En principio quería hacer un álbum muy acústico, y al final es acústico y tiene el sonido que buscábamos, pero sí hay diferentes instrumentos. Quería volver a la voz y a la guitarra con poca instrumentación, y donde la voz fuera, principalmente, el vehículo de transmisión de las canciones. Es decir, que la que la voz guiara a la canción y no al contrario. En principio comencé a trabajar solo con guitarra, contrabajo y voz y, más tarde, cuando Calexico me invitan a ir a Tucson, empezamos a incorporar otros instrumentos como la batería, el piano, guitarra eléctrica, chelo… para crear en cada canción lo que queríamos transmitir, no destacando, sino por debajo, usándolo como adorno.

En el disco lo que se nota mucho el sonido de Calexio, ¿era tu intención cuando te metiste a trabajar con ellos, que se apreciara su sello?
Sí, claro, ya habíamos tenido varias colaboraciones juntos y siempre nos sentíamos muy bien y todo este repertorio, cuando ellos lo escuchan y me ofrecen que vaya a Tucson a grabar con ellos, de alguna manera me podía imaginar cómo podía sonar, pero a mí, de alguna manera, me ha sorprendido el resultado final porque ellos han trabajado con mucho respeto hacia lo que era la canción original, adornando y dándole esa sutilidad a cada canción.

¿Cómo ha sido la experiencia de grabar en Tucson?
Se ha grabado en dos partes: en 2007 grabamos en Tucson, y en 2009 en La Habana.

¿Grabaste en 2007 una parte?
Sí, la primera parte se grabó en 2007.

Es decir, que hace tiempo que arrastras este proyecto.
Sí, es que esto lleva su tiempo, yo estaba preparando el DVD de Amparanoia, pero ya estaba escribiendo temas para este disco. Así que sí, iba un poco ya investigando por otro sitio. Me llevó un tiempo, primero tomar la decisión, tener la seguridad de que lo que estaba haciendo merecía la pena compartirlo, enseñarlo y hacer la gira de despedida y cerrar Amparanoia. Así que ha habido un periodo de tiempo entre una grabación y otra.

¿Calexico también fueron a las grabaciones en La Habana?
Sí, el mismo equipo que estuvimos en Tucson, viajamos a La Habana, con el mismo concepto, con el mismo material analógico, igual que en Tucson fuimos a La Habana.

¿Qué buscabais al ir a La Habana?
Buscábamos la sala de los estudios Egrem, que a nivel técnico cumplía los requisitos al igual que en Tucson, y había también un componente emocional: Tanto Calexcio como yo habíamos hablado muchas veces del disco “Buena Vista Social Club”, y pensábamos que sería buenísimo ir algún día a ese estudio. También hemos grabado tocando todos al mismo tiempo, por tanto necesitábamos un estudio concreto donde pudiésemos estar todos cómodos y allí entraba a la perfección.

¿Los estudios Egrem tienen un plus mitológico?
Por supuesto, ahí han estado desde Nat King Cole a Benny Moré, por supuesto que “Buena Vista”, pero sí, son los estudios míticos de La Habana vieja por los que ha pasado todo el mundo. Allí hay una energía especial.

¿Cómo surgió la colaboración con Omara Portuondo en el tema ‘La parrandita de las santas’?
Fue un poco por casualidad, cuando ya teníamos reservadas las fechas en Egrem y estábamos terminando los últimos detalles de la producción, me preguntó un productor que estaba allí –productor de cantidad de discos que se hacen en Egrem–, si quería algún músico para algún tema y le expliqué que no, que veníamos el mismo equipo que habíamos grabado y que queríamos conservar ese sonido, pero que, como sueño, me encantaría cantar con Omara Portundo, y aparte que tenía un tema en el que pensaba que ella podía encajar muy bien. Él le habló de mí, imagino que ella pidió referencias y djo que sí, que estaba interesada en hacerlo y allí vino al estudio, cantó el tema y estuvimos charlando toda la mañana. Una señora increíble, con una voz maravillosa, una persona muy educada, muy inteligente, muy despierta, es creíble. Todo fue muy casual, ella estaba en esas fechas allí y dijo que sí. Es un lujo el tener esa canción con nuestras dos voces juntas.

Cantas, en el disco, que no eres una turista accidental, pero sí te gustan los viajes musicales, ¿no?
Sí, la verdad es que los viajes siempre van ligados con la música. No soy turista por eso, porque no voy a los lugares a conocerlos porque sí, sino porque por enmedio hay alguna razón musical que es la que me mueve. En ese tema que citas, digo que hay lugares en los que me siento muy pronto que soy de ese lugar, en los que me siento muy bien acogida.

Cuando sacaste el primer disco de Amparanoia, «El poder de Machín» (1997), tuvo bastante repercusión popular, pero tú has sido luego bastante rebelde, te has ido por tu lugar haciendo lo que querías, ¿ha sido así?
Sí, la verdad es que sí. Siempre elijo la libertad, y tengo mis prioridades, mi primera prioridad es la música, yo estoy dedicada en cuerpo y alma a la música y a crecer y aprender y no quiero tener a nadie que me diga lo que debo o tengo que hacer, eso para mí es lo primero. Luego también tengo mi familia y no estoy dispuesta a renunciar a depende qué cosas. Y sí, me han ofrecido giras que suponían estar mucho tiempo fuera de casa, o proyectarme en otros países y he ido haciendo cosas, pero a mi ritmo, eligiendo yo y, bueno, me considero muy afortunada de poder hacer los discos que quiero hacer sin que nadie me diga cómo y de qué manera, y producirlo, escribirlo y estar hasta final, en el diseño, en todo hasta que le llega a las manos a la gente. Ese es el camino que elegí, y me siento muy contenta porque he triunfado y estoy triunfando en lo mío porque lo hago como lo quiero hacer.

¿»Tucson-Habana» es una producción completamente independiente?
Sí, llevo tiempo produciendo mis álbumes y, de alguna manera, nos asociamos con Pias hace algunos discos, trabajamos con ellos, y con otras compañías, en algunos países.

¿Te has quitado de salir por las noches, de beber y de conducir, como cantas en ‘Hoja en blanco’?
Sí, la verdad es que sí. Puedo salir y beber, pero no voy a conducir [risas]. Pero salir por la noche, la verdad es que cada vez salgo menos, si hay algo que me gusta mucho de música, sí que hago un esfuerzo, pero me gusta vivir el día desde temprano.

Vamos, que no ha sido una licencia literaria.
No, estoy siendo siendo muy sincera en todo el álbum, y ahí también.

¿Por qué esa versión, preciosa, de ‘La gata bajo la lluvia’?
Era un tema que me llamaba desde niña, desde niña tengo el recuerdo de esa canción de la gata, y de esa interpretación maravillosa de Rocío Durcal y, por supuesto, de la letra. Como mujer, es un tema que ha habido muchos momentos que ha pasado por mi cabeza cantarlo, pero empecé a cantarlo para los amigos y los amigos me dijeron «verás cómo a la gente le va a gustar», y preparando los temas con los que íbamos a ir a La Habana, le preguntaba a la gente, le decía «este tema no sé si lo grabaremos, a ver qué os parece», la verdad es que tenía mucho éxito, incluso un día pasó una gata por delante del escenario cuando lo estábamos cantando y me dije, «este tema se graba». Disfruto muchísimo al cantarlo en directo, y me parece que la gente también lo disfruta.

Antes definías la propuesta de Amparanoia como más alegre y bailable, ¿esta nueva propuesta pretendes que sea más tranquila, llegar incluso a otro tipo de público?
No lo sé, es la gente la que tiene que verse identificada con lo que estoy contando, creo que ahora hay una complicidad, lo digo por los conciertos que vengo haciendo desde hace unos meses con este repertorio, se crea una complicidad y una energía muy fuerte. Cuando hablo con la gente para comentar qué les ha parecido me dicen que lo ven natural en mi evolución estar cantando estas canciones, que se emocionan con algunas. Compartimos momentos diferentes, no es festivo pero creo que estamos igual de unidos, pero con otro sentimiento.

¿Recuperas en directo temas de Amparanoia?
No, no es mi primera intención, aunque con estas cosas nunca puedes decir nunca jamás, porque son canciones y quizás vuelven algún día de alguna manera, pero ahora estaré presentando «Tucson-Habana» y creo que la gente entra, de alguna manera, en mi nueva película, y los temas quedan ahí en los discos y en el recuerdo de esa época y ahora estamos en este momento y en esto, que es lo que quiero compartir.

¿Te planteas en el futuro, tal vez en el próximo disco, seguir colaborando con Calexico?

Sí, por qué no, no lo sé, porque nunca sabemos lo que está por venir, pero está claro que esa experiencia ha sido muy gratificante para las dos partes, que a nivel de tocar en directo lo tenemos difícil, pero seguramente cuando tengamos un tiempo para grabar nuevas cosas, vamos a querer encontrarnos de nuevo porque hay mucho cariño, mucho respeto y mucha admiración. Así que confío en que sí, pero las puertas también están abiertas para que lleguen otras colaboraciones.

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