“T.A.M.I. Show”: La gran lluvia de estrellas televisiva de 1964

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«El ‘T.A.M.I. Show» se planteó como un programa de televisión con ambiciones estéticas y todos los medios necesarios para que fuera un gran espectáculo. No pudo contar con los Beatles pero tuvo a su disposición un elenco de solistas y grupos que representaban los principales estilos y tendencias de 1964″


En 1964 era difícil ver a las principales estrellas del rock y el pop en las pantallas de los cines. Un productor norteamericano filmó una película titulada “T.A.M.I. Show”, en la que aparecían los principales artistas de la Motown más Chuck Berry, los Rolling Stones, los Beach Boys, Gerry and the Pacemakers, J.Kramer and The Dakotas y un pletórico James Brown, entre otros. La película nunca había estado disponible en DVD, formato en que acaba de ser reeditada por Universal.

 

Texto: ÀLEX ORÓ.

 

Si un productor cinematográfico forrado de dólares decidiera hacer una película en la que aparecieran las principales figuras del momento de la escena pop y rock estaría ante un reto casi imposible. ¿A quién escogería? ¿A la omnipresente Lady Gaga? ¿A los U2? ¿A R.E.M.? ¿A Belle & Sebastian…? Sería realmente difícil por la variedad de grupos y artistas que están en las primeras divisiones de las muchas ligas del negocio del espectáculo.

En 1964 la cosa estaba más clara. O al menos eso es lo que opinaba Steve Binder, que creyó que, visto el éxito que tenía la música juvenil durante el primer lustro de los sesenta, sería un excelente negocio filmar un concierto con algunas de las principales estrellas del momento. Bautizó al invento como de “The T.A.M.I. Show”, o lo que es lo mismo: The Teenage Awards Music International Show. Binder era un productor que tenía los derechos del sistema de televisión, Electronovision, cuyas cámaras ofrecían una mayor resolución de imagen. Para que nos entendamos, el HD de la década prodigiosa. Era tan buena la calidad de la imagen grabada, que se podía pasar a celuloide y exhibir la película en los cines. Binder lo probó con buenos resultados en el film “Hamlet”, interpretado por Richard Burton en 1964. En definitiva, lo que permitía el Electronovision era abaratar los costos de producción.

Así, el “T.A.M.I. Show” se planteó como un programa de televisión con ambiciones estéticas y todos los medios necesarios para que fuera un gran espectáculo: una orquesta llamada Wrecking Crew, formada por músicos que participaban en las grabaciones de Phil Spector y que estaba dirigida por el gran Jack Nitzsche, un grupo de coristas llamadas The Blossoms, entre las que estaba Darlene Love y un cuerpo de baile con chicas y chicos que quitaban el hipo en esa época (ahora los cánones de belleza han cambiado).

 

SIN THE BEATLES, PERO CON CHUCK BERRY Y LA MOTOWN

Binder no pudo contar con los Beatles pero tuvo a su disposición un elenco de solistas y grupos que representaban los principales estilos y tendencias de 1964. Jan and Dean, el dúo surfer por excelencia, ejercieron de maestros de ceremonias en un show que abrió un representante de la década de los cincuenta: Chuck Berry con ‘Johnny B. Goode’ y ‘Maybellene’. Berry despacha rápido las dos canciones para dar rápidamente el testigo a Gerry and The Pacemakers, uno de los dos representantes de la British Invasion que participaron en el “T.A.M.I. Show”. De hecho, las canciones son algo más cortas de lo habitual. Se eliminan puentes instrumentales o improvisaciones. El programa debe tener ritmo. Los estribillos mandan y los bailarines y bailarinas contribuyen a dar más agilidad al espectáculo. Como si de un duelo se tratara, vuelve Chuck Berry con ‘Sweet little sixteen’, le siguen de nuevo los británicos con “How do you do it” para ceder de nuevo el protagonismo al ya entonces veterano rockero de Missouri para que cante ‘Nadine’ y finalmente los Pacemakers cierran esta primera parte del show con ‘I like it’.

Tras este endiablado inicio llega el turno de la escudería Motown. En este bloque actúan Smokey Robinson & The Miracles y Marvin Gaye. Los primeros acometen tres temas seguidos con sus coreografías habituales: ‘That’s what love is made of’, ‘You’ve really got a hold on me’ y ‘Mickey’s monkey’. Gaye adopta una estrategia similar y canta ‘Stubborn kind of fellow’, ‘Pride and joy’, ‘Can I get a witness’ y ‘Hitch hike’.

Para representar al “girl sound” de principios de los sesenta se contrató a Lesley Gore, una cantante del agrado de padres, madres y abuelas con su puritano ‘look’. La Gore canta nada más y nada menos que seis temas, entre los que está ‘It’s my party’, su mayor éxito. Es la artista que interpreta más canciones en el “T.A.M.I. Show”.

Como ya hemos comentado, el programa lo presentaron Jan and Dean, que también cantaron un par de temas para dar paso a los Beach Boys con Brian Wilson al frente y que atacaron cuatro de los temas imprescindibles de su repertorio: ‘Surfin USA’, ‘I get around’, ‘Surfer girl’ y ‘Dance, dance, dance’. Después fue el turno del segundo grupo británico de la gala: Billy J. Kramer and The Dakotas, una banda segundona que ejecutó cuatro temas antes de dar paso a The Supremes con una soberbia Diana Ross que cantan ‘When the lovelight starts shining trough his eyes’, ‘Run, run, run’, ‘Baby love’ y Where did our love go’.

Antes de la traca final, actuó un grupo llamado The Barbarians que fueron la cenicienta del show. Eran una banda de Massachussets con un sonido a medio camino entre el beat y el garaje que destacaban por actuar en sandalias y porque su batería Victor “Moulty” Moulton era manco. Tenía un garfio en lugar de una de sus manos. El “T.A.M.I. Show” fue su gran momento de gloria pese a que sólo cantaron el tema ‘Hey little bird’.

JAMES BROWN vs THE ROLLING STONES

No sabemos si fue por la ausencia de los Beatles o por alguna razón contractual, los responsables del show apostaron por dejar que los Rolling Stones cerraran el programa. Antes fue el turno de James Brown. Y allí apareció él con un trabajadísimo tupé, lleno de energía, fuerza vocal, pasos de baile imposibles de reproducir por cualquier otro mortal y algo de sobreactuación que dejó pasmados a los asistentes y que 47 años después de la grabación del “T.A.M.I. Show” todavía resulta espeluznante. Acompañado por sus The Flames inicia su particular “performance” con ‘Out of sight’ y sigue con ‘Prisioner of love’, ‘Please, please, please’ y la increíble ‘Night train’.

Tras ese huracán sonoro saltaron al escenario unos Stones que más que una aguerrida banda de R&B (que en esos momentos no tenía apenas composiciones propias y basaba su repertorio en versiones de artistas negros) parecían unos timoratos monaguillos. Mick Jagger intentaba salir del paso agitando unas escuálidas canillas. Brian Jones y Keith Richards hacían lo que podían. Cantaron ‘Around and around’, ‘Off the hook’, ‘Time is on my side’, ‘It’s all over now’ y ‘I’m allright’. Para acabar, todos los participantes interpretaron juntos ‘Let’s get together’ y allí vemos a un desencajado Jagger intentado que el mal trago pasara lo antes posible.

Al igual que el DVD de las apariciones de los Beatles en el show de Ed Sullivan, el ‘T.A.M.I. Show’ tiene un interés que va más allá de lo estrictamente musical. Los interesados en los formatos audiovusuales gozarán de un producto de primer nivel en el que podrán comprobar cómo se realizaban los programas musicales hace cincuenta años. Los medios técnicos han evolucionado mucho (sólo hay que ver las cámaras que aparecen en algún contraplano) pero la base del lenguaje audiovisual quizás no tanto.

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