La Música de El Mundano: A mal tiempo mejor cara

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En la foto, Peret (Premio a Toda una Vida) y Luis Mendo.


Los grandes triunfadores de la noche fueron Fito y los Fitipaldis y Miguel Poveda. Algo ya sabido, porque la lista de ganadores era pública desde hacía semanas. Algo que no acabo de entender bien porque quita intriga y suspense a la tarde/noche”

Una sección de ADRIAN VOGEL.

Fotos: MARINO SCANDURRA/SGAE.


Tuve la oportunidad de asistir en directo a la gala de entrega de los Premios de la Música (emitida anoche por la 2). Y me alegré profundamente por el buen ambiente que se palpaba entre los asistentes. A pesar de los malos momentos que vive gran parte del sector dedicado a la música nacional. El ambiente de camaradería y buen humor era notable. Con su punto de competividad, como no podía ser menos. Pero en definitiva muy buen rollo. Algo que desde luego tenemos que agradecer a la Academia de las Ciencias de la Música, organizadora de la ceremonia.

Hubo algunas ausencias notables entre ejecutivos, artistas y autores. Destacaría la de algún Presidente de multinacional –¿por qué ninguna de sus grabaciones fue premiada?– o la del habitual Joaquín Sabina –es la tercera vez– quien además tuvo el feo detalle de hacerlo el día que todos teníamos presente a Tato Luzardo.

Luzardo que fue batería de los Canarios era el gerente de la Academia y estaba pasando los momentos más difíciles de su vida. Confiaba en que pudiera ganar esta batalla aunque las noticias al respecto eran tan pesimistas que, hora después, al redactar estas líneas, llegaba la noticia de su fallecimiento.. Tuve la oportunidad de conocerle en 1977: era Director Internacional de Ariola. Y yo acababa de empezar a trabajar como Jefe de Producto del sello A&M Records en CBS (en la recién estrenada división de Epic). Hasta ese momento eran los de Ariola quienes distribuían a A&M en España. Fui a Barcelona para entrevistarme con él: debía pasarme los trastos (masters, negativos, fotos, clips, bios, etc.) y –si tenía a bien hacerlo– ponerme al día. ¡Y vaya si lo hizo! Me dio varios consejos y recomendaciones. Acertó en casi todo. Pero el más importante, el decisivo, fue que no perdiese mucho el tiempo, a pesar de las presiones que iba a tener, con el nuevo de Peter Frampton (“I’m In You”) y me volcase en Supertramp. Compartió conmigo cifras y detalles. Tanto del anterior “Frampton Comes Alive” como el del piano. Sabiendo que perdían la licencia se habían apresurado a editar “Even In The Quietest Moments”. Sólo les daba tiempo a hacer una primera tirada. Cargaron la mano y ¡se les había agotado! Lo que podían ser malas noticias, para mi compañía, a mí me sonó a música celestial. Teníamos un éxito entre las manos, ya testado, y con una demanda que ya solamente podíamos satisfacer nosotros.

Años después, cuando me incorporé a las divisiones de RCA y Zafiro, dentro de BMG –Bertelsmann, la B de BMG, compró Ariola–, Tato llevaba internacional de España y América Latina, desde las oficinas centrales de Madrid. Y ahí nos conocimos y tratamos más profundamente. Y supe de su rol decisivo y personal en la entrada de Sabina en Argentina (y también en México).

El pasado jueves en la entrega de los Premios de la Música su nombre estaba en mente de todos y en boca de algunos de los presentadores y premiados. ¡Ánimo, mucho ánimo para los suyos!

Siguiendo con los nombres propios quisiera destacar la excelente labor de Alaska como presentadora del acto. Parecía como si lo hubiese llevado haciendo toda su vida. Fue una MC perfecta.

De los artistas e invitados que ayudaron en el reparto de galardones hubo una inmensa sorpresa para mí: Diana Navarro. Conocía su obra como profesional, excelente cantante, pero su registro y veta humorística fue toda una revelación. Bien acompañada por Manuel Illán tuve la oportunidad de felicitarla y expresarle mi mas rendida admiración.

En cuanto a aspectos digamos más “técnicos” hay dos personas que quiero mencionar. Son Los Nachos: Nacho Mastretta y Nacho Sáenz de Tejada. El primero, Mastretta, amenizó con su clarinete los distintos intervalos. Sus interludios musicales fueron de nivel, subrayando las locuciones y el anuncio de los premiados. El segundo, Sáenz de Tejada, productor de la velada, consiguió con talento e imaginación que algo que suele ser largo y tedioso fuese ameno y entretenido. Con unas actuaciones en directo que demuestran que el panorama artístico alberga muchas esperanzas respecto a nuevos talentos.


En la foto, Teddy Bautista y Juan Carlos Calderón (Premio de Honor).


Bebo Valdés, Juan Carlos Calderón y Peret fueron los ilustres veteranos que recibieron el reconocimiento de la Academia, por sus dilatadas e impresionantes carreras.

Los grandes triunfadores de la noche fueron Fito y los Fitipaldis y Miguel Poveda. Algo ya sabido, porque la lista de ganadores era pública desde hacía semanas. Algo que no acabo de entender bien porque quita intriga y suspense a la tarde/noche.

Si empezaba esta nota con toque personal (Tato Luzardo) quiero acabarla de igual manera. Y en este caso me refiero a Juanjo Castillo y a Juan de Pablos. Juanjo nos proporcionó a José Luis Lozano y a mí las mejores localidades. Y el maestro De Pablos me dio el respingo de la noche al mencionarme, cuando recogió su merecido trofeo por su enorme labor de 40 años difundiendo la mejor música desde sus programas de radio en 99.5, Onda 2, Radio El País y Radio 3.

Como el titulo del ultimo y premiado álbum de Mastretta ¡Qué Vivan Los Músicos!


Anterior entrega de La Música de El Mundano: Cash, canciones de amor y muerte.


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