La Música de El Mundano: Cash, canciones de amor y muerte

Autor:

Toda una experiencia la escucha de este disco. Marcado por dos tragedias. La muerte de un ser querido y la enfermedad que le consume hasta el fatal desenlace. Rubin ha sabido mantener la crudeza y profundidad de las grabaciones originales”

Una sección de ADRIAN VOGEL.


Esta semana se ha puesto a la venta “American VI: Ain’t No Grave”, un documento sonoro desgarrador. El segundo álbum póstumo de Johnny Cash, grabado durante sus últimas semanas de vida. Cuatro meses después de la muerte de su amada esposa June Carter.

Cash, al igual que Elvis Presley y Carl Perkins, comenzó su carrera en Sun Records, propietaria de los legendarios estudios del mismo nombre. En esos tres nombres hemos condensado la gloria de la música popular blanca de EE.UU. Representantes de tres géneros que fueron decisivos para la revolución que vino posteriormente, en los 60: country, rockabilly y rock and roll. Desde luego Sam Phillips, responsable de la discográfica de Memphis, tenía muy buen ojo (y mejores oídos).

Cuentan que cuando el Hombre de Negro agonizaba rubricó un pacto con Rick Rubin, su productor: cada vez que el cantante se sintiera con fuerzas habría un ingeniero y un guitarrista a su disposición, veinticuatro horas al día, siete días a la semana, a un mero golpe de teléfono. De esta forma se grabaron las pistas de “American V: A Hundred Highways”, publicado póstumamente en 2006, y “American VI: Ain’t No Grave”.

El arranque es sobrecogedor. Te pone los pelos de punta desde los primeros compases de ‘Ain’t No Grave (Gonna Hold This Body Down)’, un espiritual compuesto originalmente por un pastor Pentecostal, Claude Edy. Sigue con ‘Redemption Song’, una de las grandes canciones de Sheryl Crow. A continuación nos encontramos con una obra maestra de Kris Kristoferson, ‘For The Good Times’. Alcanzó la cima de las listas interpretada por Ray Price (también fue versionada por Chet Atkins, Al Green, Kenny Rodgers y Willie Nelson). No es mi intención repasar tema a tema. Tan sólo decir que la siguiente es una canción del propio Cash ‘I Corinthians 15:55’, cuyo titulo ya da pistas sobre la temática. Encontramos otras versiones, entre otros autores aparece Tom Paxton.

Toda una experiencia la escucha de este disco. Marcado por dos tragedias. La muerte de un ser querido y la enfermedad que le consume hasta el fatal desenlace. Rubin ha sabido mantener la crudeza y profundidad de las grabaciones originales. Subrayando y matizando, a posteriori, con unos arreglos impecables.

No es un álbum fácil. ¿Pero cuántas grandes obras lo son? Atrévanse. Me lo agradecerán, sobre todo cuando tengan un mal día, aunque parezca un contrasentido. Como mínimo les emocionará, que no es poco.


Anterior entrega de La Música de El Mundano: Abbey Road.


Puedes seguir a Adrian Vogel desde El Mundano.

En :

Artículos relacionados